‘Stranger Things’: Un regreso notable cargado al horror
Por Yerko Salgado
Los hermanos Duffer lo hicieron otra vez. Tres largos años y una pandemia —que todavía nos acompaña, no baje la guardia y vacúnese— pasaron para ver una nueva temporada de ‘Stranger Things’, la serie estrella de Netflix que confirma el salto de calidad que exigían sus fieles fanáticos.
Sin duda, y hasta ahora, esta temporada confirma su trama más oscura y espeluznante. ‘Stranger Things’ definitivamente ha decantando la balanza de la ciencia ficción hacia extremos más surrealistas. El “otro lado” es un territorio infernal, plagado de figuras diabólicas que juegan con la mente. Atrás quedaron los demogorgons y aquellas niñerías. Claro, los muchachos crecieron y bastante.
Desde un comienzo, la cuarta entrega de ‘Stranger Things’ sorprende por el tono; entra de lleno en el terror institucional clásico y aborda temáticas de conflicto adolescente como el bulliyng. A juzgar por su primer capítulo varias escenas podrían haber salido de ‘Pesadilla en Elm Street’, manteniendo el guiño romántico a cintas clásicas. Esta temporada se desarrolla en 1986.
La trama es mucho más ambiciosa que otras -se notan los 30 millones de dólares de presupuesto- y los justifica en efectos visuales, donde no escatima. Sí, los nuevos antagonistas asustan. La suma de nuevos personajes, solo aportan frescura. Argyle, y sobre todo Eddie Munson —un metalero ochentero con nombre y aspecto de fanático de Iron Maiden puesto en la década de los 80— es estupendo en la mezcla de comedia y heroísmo.
Como dijimos, el elenco creció y la historia con ellos. Ya no están todos juntos, no son tan amigos —penita— pero se quieren, se extrañan y se necesitan. Viven en ciudades distintas aunque todas las señales los envían a Hakwins aunque sea en su deseo más lejano.
Eleven, debe lidiar con la pérdida de sus poderes volviendo a las etapas más traumáticas de su vida. Reconectar con la memoria de lo que quieres olvidar debe ser lo más difícil en la vida, ¿no? Eleven lo enfrenta usando un recuerdo feliz, en vez de triste, añadiendo un matiz de la fuerza positiva o negativa. Claro, como ‘Star Wars.’ ¿Vuela la cabeza, no?
Vecna: el monstruo de turno, no solo asusta y mucho. Además recuerda mucho a la trama de El doctor Channard en ‘Hellbound: Hellraiser II’, incluido hasta en el diseño. Un guiño fantástico si me preguntan a mí.
Quedan dos episodios de larga duración. Así es, de extra larga duración. El 2 de julio agenden, al menos, cuatro horas que van a terminar la cuarta temporada donde se deben resolver un montón de situaciones. Con esto podemos concluir que esta es la mejor temporada desde su estreno. Mucho más madura, bien escrita y sin perder jamás la esencia que nos encantó hace tantos años.
PD: El último capítulo de este volumen todavía me da vueltas la cabeza.