Que hacer

‘The Batman’ es ambiciosa, lúgubre, aterradora, y probará tu paciencia

Imagen principal

Por Ignacio De La Maza

El Hombre Murciélago de ‘The Batman’ se mueve distinto a lo que quizás estabas acostumbrado. Su caminar es lento y deliberado, como si se tratase de un fantasma en las calles de una ciudad embrujada. Su actuar es metódico, de pocas palabras, analítico y observador. Y su violencia es compulsiva y un tanto aterradora, una clara propensión a subyugar a sus enemigos infligiendo la mayor cantidad de daño posible. Es quizás la primera encarnación del popular superhéroe que te recuerda constantemente que hay algo profundamente malo con este sujeto.

No es solo la actuación intensa de Robert Pattinson como un Bruce Wayne que parece incapaz de separar sus dos identidades, sino que también el aura desafiantemente opresiva que ha conjurado el director Matt Reeves (‘Cloverfield’ ‘Planeta De Los Simios: La Guerra’). Si Christopher Nolan estableció la forma contemporánea por excelencia para entender a Batman en el cine, privilegiando realismo (en la medida de lo posible) y mood lúgubre por sobre el kitsch que incluso Tim Burton parecía preferir en su vigilante enmascarado, ‘The Batman’ sube el volumen de esa oscuridad a niveles casi ensordecedores, a tal punto que frecuentemente parece una película de terror en vez del tipo de espectáculo escapista que ha convertido al cine de cómics en el más lucrativo de la industria. Es como lo que ‘Joker’ (2019) quería desesperadamente ser… Pero mejor logrado.

Lo que Reeves ha propuesto aquí parece más un misterio noir, con claras influencias de David Fincher (particularmente ‘Se7en’ y ‘Zodiac’) y Park Chan-Wook (‘Oldboy’). En ‘The Batman’, el personaje titular está en apenas su segundo año de combatir el crimen, y ya se ve como un hombre al borde del precipicio. Ciudad Gótica está en una situación tanto o más deplorable que cuando decidió ponerse la capa. Llueve todo el día y toda la noche (como en Valdivia, más o menos). Pandillas cometen actos de violencia sin provocación. Un asesino en serie, quien se ha denominado como El Acertijo por su propensión a dejar adivinanzas sobre las razones detrás de sus crímenes y sus próximos pasos, está eliminando a las figuras más poderosas del mundo político de la metrópolis, con aparentes intenciones de revelar un nivel de corrupción que impregna a toda la ciudad. Las autoridades están en el bolsillo del intocable líder criminal Carmine Falcone (John Turturro, exudando carisma y amenaza en igual medida). Los únicos aliados del Murciélago son el honesto policía Jim Gordon (Jeffrey Wright) y la seductora camarera Selina Kyle (Zoë Kravitz), y ambos parecen tener su propia agenda personal. Incluso la relación entre Bruce Wayne y Alfred es reimaginada con una cuota de cinismo, basada principalmente en una pasividad agresiva animosa entre ambos (los únicos momentos en donde Pattinson sonríe en toda la película es cuando le está dirigiendo crueldades casuales a su sirviente).

Ahora ¿Es buena? Eso dependerá de tu paciencia para películas ponderosas que se extienden por casi 3 horas de duración. Si las descripciones anteriores se leen como ‘mucho’, bueno, es porque lo son. ‘The Batman’ se toma su tiempo (de nuevo, dura 175 minutos) y no se deja apurar por nada. Reeves encuentra un placer casi perverso en limitar sus escenas de acción, las cuales están dirigidas con un nivel de bravura e imaginación que hacen que su relativa ausencia en el largo de la película sea aún más notoria. La historia es oscura y solo se vuelve más apocalíptica a medida que avanza, encontrando implicancias personales y a nivel de ciudad para los crímenes del Acertijo. Hay algunas secuencias genuinamente horripilantes, las más macabras que se hayan visto en una película de superhéroes para todo espectador. Y todos y cada uno de los personajes son muy, pero muy miserables (la única excepción es Colin Farrell, quien bajo una tonelada de maquillaje interpreta a una versión de El Pingüino deliciosamente maquiavélico, y parece ser el único pasándolo genial).

Habiendo dicho todo esto, ‘The Batman’ encuentra su corazón (y alcanza una cierta trascendencia) resistiendo caer en el absoluto nihilismo. El viaje emocional del Hombre Murciélago es potente, interrogando las razones y las consecuencias de una vida dedicada a la venganza, y cuestionando el significado del verdadero heroísmo. Batman siempre ha sido un superhéroe complejo, y no hay que ser un experto analista para apuntar que un multimillonario disfrazándose de vampiro para moler a combos a los criminales no es quizás la mejor forma de enfrentar la corrupción sistemática. La película está consciente de esto, y por eso confronta a Bruce Wayne con el hecho de que su vigilantismo solo parece haber acrecentado el círculo vicioso de violencia y odio que consume todo lo que alguna vez quiso. La pregunta entonces, es cómo quebrar este círculo.

Hay tantas cosas que funcionan en esta cinta que se hace fácil perdonarle lo que no: Una década de trabajar con los mejores cineastas del planeta han convertido a Pattinson en una presencia magnética incluso cuando está siendo repulsivo, y su Batman es determinado y profundamente inestable a la vez, un hombre que parece solo ser impulsado por su daño y su rencor. El británico tiene una química instantánea con Kravitz, y sus escenas en conjunto, y la relación contenciosa que entablan, le dan una necesaria dosis de sensualidad y lujuria a un tipo de cine que tiende a ser insólitamente casto. Dano, como siempre, arriesga el ridículo maximizando su locura como el perturbado Acertijo, un villano que tiene vínculos más personales con Bruce Wayne de lo que inicialmente parece (como todos los malos de Batman) y que su apoyo en el lado más perturbador de las comunidades web lo hacen un monstruo digno de la era post Trump. Wright le da a Gordon la dignidad que le entrega a todos sus papeles. El trabajo de cámara del nominado al Oscar Greig Fraser (‘Duna’) te recuerda que este tipo de películas pueden ser visualmente impresionantes si hay talento y ganas, y Reeves tiene un completo manejo del mundo que ha creado, uno que le merece a Batman el título del ‘mejor detective del mundo’ que ostenta en los cómics. Más importante: La banda sonora del siempre genial Michael Giacchino (‘Up’) es quizás la mejor de toda su impresionante carrera, y le debería valer un segundo premio de la Academia.

Ahora, como ya he tratado de dejar en claro, la película también tiene elementos que pueden colmar la paciencia: Su ritmo va de menos a más, su tono es siempre lúgubre, sus escenas de acción (rápidas, violentas, brutales, geniales, incluyendo una persecución en el Batimóvil que está entre las mejores que se hayan visto en esta franquicia) están separadas por largas y pesadas secuencias de investigación. Quizás su mayor punto de división sea su clímax, extrañamente aleatorio e indiferente para una película que trabaja por 2 horas y media en sentirse como algo personal.

De todos modos, se hace casi imposible no admirar a ‘The Batman’: He aquí una película de superhéroes hecha con genuina ambición y mirada autoral, que marcha al ritmo de su propio tambor y te exige apreciarla bajo sus propios términos. Se atreve a tomarse a un tipo que se disfraza de murciélago DEMASIADO en serio y sale airosa. Es la mejor ‘Batman’ desde ‘The Dark Knight’, y lo que carece de la fineza narrativa de las primeras dos cintas de la trilogía de Christopher Nolan lo compensa con visión y atrevimiento. Dan ganas de ver hacia dónde va este experimento.

Título original: ‘The Batman’

Duración: 175 min

Dirección: Matt Reeves

Reparto: Robert Pattinson, Zoë Kravitz, Paul Dano, Jeffrey Wright, John Turturro, Colin Farrell, Andy Serkis

Plataforma: En cines de todo el país