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Charly García: Todos sus discos solistas, del ‘peor’ al mejor

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Por Ignacio De La Maza

De alguna manera, Charly García tiene 70 años. No es que no le hayamos tenido fe… Pero Charly la ha visto negra en más de una ocasión a lo largo de los años, un estado de frecuente coqueteo con la muerte y la autodestrucción que hace hasta al más fiel de sus feligreses sentir preocupación ocasionalmente.

Por fortuna, el Charly García de hoy parece ser más feliz y sabio que en etapas previas más turbulentas (lo que no significa más predecible). Hoy en día se le ve como un señor apacible, un hombre agradecido, un estandarte que sabe que su lugar en la historia ya está asegurado.

Uno nunca sabe con qué nos va a sorprender el argentino. Es probable que sus días de lanzarse a una piscina desde la altura estén detrás de él (ojalá), pero si hay una constante en su camaleónica obra es que Charly no es un artista que vaya a descansar en sus laureles. Eso lo hace dueño de una de las discografías más perfectas del rock latinoamericano (podríamos argumentar que no tiene disco malo, pero eso es cosa de gustos), además de un músico emocionante y atrevido, uno capaz de formar un culto a su persona que trasciende estilos, edades y orígenes. Parte de la religión, se podría decir.

Celebrando 7 décadas de un talento mercurial y único, he aquí un humilde ejercicio de desmenuzar su discografía solista. El título dice ‘del peor al mejor’, pero como ya mencioné, no creo que Charly tenga discos malos. Incluso lo que originalmente parece un fracaso se revela como un experimento único y fascinante, mientras que sus grandes clásicos no han perdido nada de su magia inicial, pese a que algunos ya van por los 40 años.

Sin más preámbulos, he aquí la discografía solista de Charly García, del peor al mejor (se dejaron fuera colaboraciones y bandas sonoras, porque la vida es corta y el tiempo limitado):

 


13.- El Aguante (1998)

‘El Aguante’ lleva la filosofía de la etapa ‘Say No More’ de Charly a su punto más indeciso. Si su antecesor (el mismo ‘Say No More’) encontraba a Charly indagando en su lado más ambicioso y antagónico, aquí se le escucha tentativo, como si no pudiese elegir a qué elementos de la canción darle más protagonismo. Quizás su pecado más grande es privarnos de los talentos compositivos del trasandino: Solo 4 de las 10 canciones son temas ‘originales’ (una de ellas data de la épóca de Sui Géneris, aunque nunca fue grabada, y otra es un descarte de ‘Cómo Conseguir Chicas). Si bien hay puntos altos (la épica ‘Kill My Mother’), la mayoría suena como Charly haciendo un disco a regañadientes.

12.- ‘Random’ (2017)

Yo sé que todos queríamos encontrar cosas buenas que decir de ‘Random’. Era el primer álbum de García en 7 años (más, si se considera que ‘Kill Gil’ salió en el 2010 pero estaba listo mucho antes), el primero de material nuevo desde su aterradora internación en el 2009, el primero en ser compuesto íntegramente por Charly desde ‘Clics Modernos’ e incluso su primer material de estudio en 20 años en contar con la mezcla de su legendario asociado, el ingeniero en sonido Joe Blaney. Sin embargo, ‘Random’ es también el disco menos sorprendente del argentino, quizás porque suena a Charly tratando de sonar como Charly. Su desprolijidad vocal nunca había sido un problema antes, pero sus cuerdas vocales parecen pender de un hilo en varias canciones, y por primera vez en su carrera su oído para la producción le juega malas pasadas: La alarma constante en ‘Ella Es Tan Kubrick’ es profundamente irritante, al igual que el coro repetitivo de ‘Otro’. Como en todos los discos de García, hay momentos sublimes: ‘La Máquina De Ser Feliz’ y ‘Rivalidad’ son conmovedoras en su simpleza, y ‘Primavera’ demuestra que sigue siendo capaz de sonar imponente. Sin embargo, la mayoría de los temas palidecen en comparación al resto de su discografía.

11.- Kill Gil (2010)

Charly García tiene un repertorio tan ridículamente sólido que si alguien me dijera que ‘Kill Gil’ es su mejor disco, encontraría suficientes argumentos para respaldarlo. Grabado en el 2006 pero mantenido sin publicación oficial hasta 2010 debido a problemas legales y una nueva internación, ‘Kill Gil’ suena como el último respiro de la era ‘Say No More’ de Charly, una que lo vio explorar los límites de su sonido de forma fascinante, pero casi le quita la vida en más de una ocasión. Como culminación, tiene elementos de casi todos los trabajos previos de García en la última década y media, desde la conexión melódica de ‘Influencia’ hasta el rock de tarro y desprolijo de ‘Rock And Roll YO’, pasando por la multiplicidad de elementos sonoros de ‘Say No More’.

10.- Say No More (1997)

Debió haber parecido que Charly García cometía suicidio artístico en 1997. Tras el éxito de su vuelta celebratoria con ‘MTV Unplugged’, el trasandino decidió editar su trabajo más inaccesible hasta la fecha. Pasan varios minutos antes de que el collage sonoro de ‘Estaba En Llamas Cuando Me Acosté’ se asemeje a cualquier cosa parecida a la estructura de una canción convencional, y aún así nunca toma la forma de nada reconocible en la discografía anterior de Charly. Es esa la gran fortaleza de ‘Say No More’, un álbum que, incluso en sus pasajes de dulzura e intimidad (‘Canciones De Jirafas’, ‘Alguien En El Mundo Piensa En Mí) te desorienta con una energía esquizofrénica e impredecible, malabareando elementos disparejos y opuestos en canciones que nunca se comportan como esperarías. El álbum daría inicio a la etapa más polémica del músico, en donde su gusto por provocar a veces opacaría su talento musical, pero sigue siendo una de las movidas más atrevidas en la historia de la música popular.

9.- Influencia (2002)

Tras el abierto antagonismo de ‘Say No More’ y ‘El Aguante’, muchos pensaban que Charly había perdido total conexión con el mundo de la música pop. Quizás su mayor provocación en esta era haya sido lanzar ‘Influencia’, lleno de melodías irresistibles, coros memorables, e incluso covers que desafían a los originales (la canción titular, una reversión magnífica de ‘Influenza’ de Todd Rundgren). ‘Tu Vicio’ y ‘I’m Not In Love’ son neoclásicos dentro de su repertorio, e incluso hay tiempo de adaptar un viejo clásico de Serú Girán en la nueva encarnación de ‘Encuentro Con El Diablo’. Algunos argumentarán que ‘I’m Not In Love’ no es TAN buena como para tener TRES versiones distintas dentro del disco, pero ya está. Es además el último disco que alcanzó a grabar con María Gabriela Epumer, la guitarrista y asociada con la que venía trabajando desde ‘La Hija De La Lágrima’ y se convirtió en su compañera musical más fundamental. Epumer falleció inesperadamente 1 año después producto de un mal diagnosticado edema pulmonar, una tragedia que marcó toda la obra posterior de Charly. Sin duda su álbum más consistente del siglo XXI…

8.- Rock And Roll YO (2003)

… Pero consistencia no es necesariamente algo mejor. Hay gente que considerará que poner a ‘Rock And Roll YO’ arriba de ‘Influencia’ es sacrilegio… Pero esta es mi lista, maldita sea. Recuperándose de la muerte de Epumer, Charly editó el disco más desprolijo, agresivo y abiertamente sucio de su carrera, un álbum que frecuentemente lo hace sonar desquiciado (o más que de costumbre). Grabado en su mayoría con músicos chilenos, ‘Rock And Roll Yo’ reconfigura la filosofía ‘Say No More’ bajo la lógica del punk, privilegiando energía propulsiva por sobre fineza melódica. Cada sonido en ‘Dileando Con Un Alma’ parece haber sido interpretado con furia, mientras que ‘Rehén’ es una tormenta de percusiones frenéticas y toxicidad lírica. Finalmente lo que decidió la carrera milimétrica entre este disco e ‘Influencia’ es que ‘Rock And Roll Yo’ cuenta con ‘Asesíname’, uno de los momentos más vulnerables en la carrera de García y a la altura de sus mejores baladas.


7.- Filosofía Barata Y Zapatos De Goma (1990)

Tengo sentimientos encontrados con ‘Filosofía Barata y Zapatos De Goma’. Por un lado es García presentado de forma más desnuda, lamiéndose las heridas de su divorcio con la brasileña Marisa ”Zoca” Pederneiras, su compañera durante más de una década. Por otro lado, es la primera vez en que se puede escuchar a Charly perdiéndose un poco dentro de su propia mente. Sin embargo, los puntos altos son algunos de los mejores momentos de su carrera, incluyendo la devastadora ‘De Mí’, el tema titular, la fantástica ‘Me Siento Mucho Mejor’ (cover preciso a ‘I’ll Fell A Whole Lot Better’ de The Byrds) y, por supuesto, la delirante versión de cierre del Himno Nacional Argentino, que llegó a poner al músico en problemas con la justicia.


6.- Cómo Conseguir Chicas (1989)

El ‘Tattoo You’ de Charly García, un disco conformado principalmente por composiciones descartadas de otros discos que de alguna forma funciona como un álbum coherente y uno de los mejores de su trayectoria (es que así de bueno era Charly en los 80s, hasta los descartes eran joyas). Más duro y afilado que su antecesor, ‘Parte De La Religión’, ‘Cómo Conseguir Chicas’ incluye algunas de las composiciones más perdurables del hombre, tal como la violenta ‘No Toquen’ y, por supuesto, la eterna ‘Fanky’ y su ritmo contagioso y desafiante. La única razón por la que no está más arriba en esta lista es porque Charly García es demasiado genio.


5.- La Hija De La Lágrima (1994)

El momento en que, para algunos, Charly perdió realmente la cabeza. Una ópera rock incomprensible con numerosos pasajes instrumentales, una duración extendida y algunas de sus composiciones más impresionistas y experimentales ¿Por qué en el top 5 entonces? Porque es un discazo, no hay otra razón. ‘La Hija De La Lágrima’ es cómo sonaba Charly García a rienda suelta, sin pretensiones más que seguir su propia musa a donde sea lo llevara. Es aquí en donde revive el virtuosismo que había dejado principalmente de lado desde el fin de La Máquina De Hacer Pájaros y Serú Girán, pero pintándolo con la experiencia de un músico confiado que ya sabía lo que podía hacer en el peak de sus capacidades. ‘Víctima’ es capaz de ponerte los pelos de punta, ‘La Sal No Sala’ es el Charly más nihilista y ‘Chipi Chipi’ es un clásico por una razón. Las instrumentales son atmosféricas y cinematográficas, dando la genuina sensación de que escuchar ‘La Hija De La Lágrima’ es un viaje de actos e interludios. Ah, y el cover de ‘The Loco-Motion’, original de Carole King, es encantador.

4.- Parte De La Religión (1987)

El disco pop de Charly García, y uno de los mejores de su época. ‘Parte De La Religión’ está a la altura de lo que hacían actos como Peter Gabriel, Kate Bush y Talk Talk en esa misma era: Elevar la música de sintetizadores a nuevos niveles de ambición artística. Algunos podrán encontrar que su sonido sintético es un tanto inerte, pero Charly hace sonar estos arreglos como genuinas orquestas digitales en canciones como ‘Adela En El Carrusel’, ‘El Karma De Vivir Al Sur’ y el tema que le da título al álbum. También incluye algunos de sus himnos más perdurables: Es casi burlesco meter ‘Buscando Un Símbolo De Paz’, ‘No Voy En Tren’ y la colaboración con Luis Alberto Spinetta ‘Rezo Por Vos’ en un mismo disco, pero esa era más o menos la lógica de Charly en los 80s: Puro oro en cada canción.

3.- Yendo De La Cama Al Living (1982)

Contrario a la grandilocuencia de Serú Girán y La Máquina De Hacer Pájaros (además de los últimos álbumes de Sui Generis), el debut solista de Charly García es desafiante en su minimalismo. Aprovechando que por fin grababa bajo su propio nombre, el músico optó por registrar la mayoría del disco en soledad, interpretando el 99% de los sonidos que se oyen (el gran Willy Iturri aporta algunas baterías, como lo haría en varios otros discos de Charly, mientras que Nito Mestre, Pedro Aznar, Leon Gieco y Luis Alberto Spinetta tienen apariciones esporádicas y breves). Algunas canciones eran vestigios de Serú, pero ‘Yendo De La Cama Al Living’ plantea de inmediato una identidad propia para el Charly solista, una mezcla entre paranoia, ironía, honestidad profunda y lengua ácida que lo marcarían por el resto de su carrera.

2.- Piano Bar (1984)

Si sus dos primeros esfuerzos solistas habían sido ejercicios minimalistas, ‘Piano Bar’ abrió las puertas a la colaboración. Armando una banda de talentos sobrehumanos que incluía al ya mencionado Willy Iturri en la batería y a un joven Fito Páez en los teclados, Charly despachó su colección de canciones más expresiva y precisa. Ninguna nota está de más, cada momento es memorable y todas las composiciones apuntan directamente al corazón. Si ‘Clics Modernos’ es el álbum de dictadura de Charly García, ‘Piano Bar’ es su declaración ambivalente hacia la democracia, interrogando su lugar en una sociedad argentina post-traumática en ‘Demoliendo Hoteles’, ‘Promesas Sobre El Bidet’, ‘Raros Peinados Nuevos’ y la gloriosamente sardónica ‘Cerca De La Revolución’. La banda hace de cada momento algo muscular y urgente, con Charly en el tope de sus capacidades como compositor y frontman. Algunos dirían que ‘Piano Bar’ es el mejor, y tendrían razón…

1.- Clics Modernos (1983)

… Excepto que es difícil argumentar contra ‘Clics Modernos’. La Argentina salía de una sanguinaria dictadura militar y Charly García viajaba a Nueva York con la intención de hacer una declaración definitiva. Casi por cosas del destino conoce a Joe Blaney, ingeniero en sonido que había grabado con The Clash y Prince, y con quien estableció una conexión mental que se extendería por 15 años. Tuvo la fortuna de que su viejo compañero de Serú Girán, Pedro Aznar, también estaba en la Gran Manzana por ese período. Entre los tres cranearon una obra maestra del rock latinoamericano: Un disco claustrofóbico y melancólico, brillante y ácido, triunfante y profundamente triste. Es el sonido de un Charly paradójico, quizás en uno de sus mejores momentos personales y artísticos, pero sonando desasociado de todo su entorno. Quizás por eso ‘Clics Modernos’ es también paradójico, insular y universal al mismo tiempo. Cada canción es una obra maestra con los ingredientes justos: El piano virtuoso de Charly, el bajo líquido de Aznar, una que otra guitarra rimbombante y una máquina de batería marcando el pulso. Con esa pequeña fórmula se termina haciendo magia, una colección de canciones fundamental, desde la rabia reprimida de ‘Nos Siguen Pegando Abajo’ hasta el dolor fantasmal de ‘Los Dinosaurios’… ¿Mencioné que es el disco que tiene ‘Ojos De Videotape’? ¡TIENE ‘OJOS DE VIDEOTAPE’! ¡Y ni siquiera es la mejor canción del disco! Así de genial es ‘Clics Modernos’. Así de genial es Charly García. Que sean otros 70 años.