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Los grandes clásicos del cine que no sabías que están en HBO Max

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Por Ignacio De La Maza

El cine pre 1990 tiende a recibir la parte menos favorable de los servicios de streaming. En una era dominada por algoritmos y consumos maratónicos, las películas clásicas escasean en estas plataformas, generalmente enterradas bajo un sinfín de títulos menos esenciales. Encontrar producciones pre 1980 es prácticamente imposible.

Por eso la propuesta de HBO Max destaca dentro de los servicios comerciales. Su dominio sobre todo el catálogo de Warner Brothers, más sus tratos fundamentales con Universal, hacen que la app tenga mayor oferta de algunas de las cintas más legendarias de todos los tiempos en su catálogo. Claramente hay múltiples omisiones, pero es el único lugar en donde puedes ver los clásicos de Hitchcock, Kubrick u Orson Welles de manera legal, y eso ya es algo.

En este artículo te contaremos de 10 títulos fundamentales del cine disponibles en HBO Max. Para efectos prácticos decidimos limitar a 1 película por director, y solo elegir aquellas que son pre 1970 (esas las abordaremos en otra nota).

Sin más preámbulos, te invitamos a viajar con nosotros por la historia del cine:

King Kong (Dir: Merian C. Cooper & Ernest B. Schoedsack, 1933)

El siglo que ha pasado dentro del inconsciente colectivo a veces opaca una verdad irrefutable sobre ‘King Kong’: Que la cinta original, con todos sus efectos pasados de moda, sigue siendo una de las obras de cine más lúcidas que se hayan hecho. Su grandilocuencia inspiró las películas blockbuster que vemos hoy en día, pero su historia está llena de ideas sobre la naciente industria del entretenimiento y los avances despiadados del capitalismo. Al final del día, pocas aventuras son más atrapantes que este clásico de clásicos.

Citizen Kane (Dir: Orson Welles, 1941)

La cinta que más veces ha sido considerada como ‘la mejor película de todos los tiempos’ no ha perdido ni una gota de su poder en sus más de 80 años (!!!) de existencia. La primera obra cinematográfica de Orson Welles derribó un sinfín de barreras en la gran pantalla, incluyendo el uso de ángulos atípicos de planos, uso de una temporalidad no lineal, múltiples puntos de vista y maquillaje realista. Sin embargo, su mayor triunfo sigue siendo su historia: El vertiginoso auge y trágica caída de un magnate de los medios que jamás fue capaz de amar algo más que su propia ambición, destruyendo su propia vida y la de casi todos sus conocidos.

El Halcón Maltés  (Dir: John Huston, 1941)

 

El llamado género del ‘film noir’ existía antes del debut cinematográfico del gran John Huston, pero fue su ópera prima la que consolidó varios estereotipos del género: El detective duro, la femme fatale, la trama circular y compleja, Humphrey Bogart en su primera aparición de peso. Ahora, si fuese por pura innovación, ‘El Halcón Maltés’ sería recordada por su importancia más que otra cosa, pero también es una película propulsiva y atrapante, con Huston demostrando una habilidad para dirigir de forma muscular e ingeniosa. Una película que exuda modernidad pese a su edad.

Casablanca (Dir: Michael Curtiz, 1942)

Cuando piensas en cine, piensas en ‘Casablanca’, incluso si jamás la has visto en tu vida. La cinta que graduó definitivamente al gran Humphrey Bogart como actor definitivo del Hollywood clásico está llena de momentos grabados en la memoria colectiva del séptimo arte. Desde su iconografía hasta su sinfín de frases memorables, esta trágica historia de un hombre que debe elegir entre el amor y el deber en medio de la ambigüedad moral de la Segunda Guerra Mundial te acelera el corazón y te enamora de las películas. Al final ¿Qué más se le puede pedir al gran cine? Si nunca la has experimentado, probablemente es la hora.

Vertigo (Dir: Alfred Hitchcock, 1958)

Cuando ‘Citizen Kane’ NO es mencionada como la mejor película de todos los tiempos, generalmente tiende a ser porque ‘Vertigo’ ocupó su lugar. El thriller psicológico de Alfred Hitchcock es quizás la destilación más pura de las macabras obsesiones del cineasta británico: Un hombre atrapado por su propia falta de perspectiva y su deseo, una rubia despampanante con un rol misterioso, un crimen horripilante que los conecta a todos. James Stewart, una de las mejores estrellas de cine de la historia, rara vez estuvo mejor que como John ‘Scottie’ Ferguson, un ex detective con miedo a las alturas que es contratado para espiar a la esposa de un viejo conocido. Revelar más sería despojar al público de los placeres perversos que esconde ‘Vertigo’.

Matar A Un Ruiseñor (Dir: Robert Mulligan, 1962)

El drama legal para enterrar a todos los otros dramas legales. Esta es otra de las películas que ha sido tan absorbida por la cultura pop que es fácil olvidar lo buena que es. La historia, acerca de los esfuerzos de un abogado por absolver a un afroamericano acusado injustamente de violación, podría haber sido como miles de otras ‘películas con mensaje’ de la época, pero aquí está hecha con furia, sutileza y dolor. No evita ciertos clichés del género (el noble hombre blanco defendiendo a un negro desvalido no es una postal particularmente original), pero lo compensa con una energía cinematográfica imparable.

What Ever Happened To Baby Jane? (Dir: Robert Aldrich, 1962)

Una película tan, pero tan perturbadora, que en Gran Bretaña se estrenó originalmente con categoría ‘X’ (solo para adultos). Quizás hoy parecería exagerado, pero hay algo que aun es escalofriante en el corazón de ‘What Ever Happened To Baby Jane?’. Protagonizada por Bette Davis y Joan Crawford (actrices que por esa época mantenían una virulenta rivalidad), la cinta sigue a una ex estrella infantil atormentando a su hermana parapléjica en una mansión hollywoodense. El nivel de crueldad de su relación es suficiente para elevar la película al más puro horror psicológico, arrastrándote al mismo nivel de locura que exhiben sus personajes. No es una experiencia agradable, pero sí es cine de altísimo nivel.

Bonnie & Clyde (Dir: Arthur Penn, 1967)

Quizás la primera película oficial del ‘nuevo Hollywood’, ‘Bonnie & Clyde’ se dedicó a derrumbar barreras tras su estreno, ampliando los límites sobre los niveles de sexo y violencia que eran aceptados en pantalla. Sus personajes, basados en la verdadera pareja criminal e interpretados de forma inolvidable por Warren Beatty y Faye Dunaway, exhiben romance y crueldad de la misma manera, desatando una ola de crímenes violentos en Estados Unidos y encontrando un final sangriento que es de los desenlaces más impactantes en la historia del cine. Un clásico de clásicos que sigue entregando sorpresas tras cada exhibición.

2001, Odisea Del Espacio (Dir: Stanley Kubrick, 1968)

Hubo una época gloriosa del cine en donde una película tan densa en su simbolismo cono ‘Odisea del Espacio’ podía ser el éxito de taquilla más grande de su año. Es difícil imaginarse qué sintió el público de 1968 cuando se vieron expuestos a la obra maestra de Stanley Kubrick por primera vez, pero lo cierto es que hasta el día de hoy hay pocas cintas que la superen en su ambición, su poesía y su elegante grandilocuencia ¿De qué se trata? De todo, básicamente: Desde el inicio de la vida inteligente hasta el desarrollo del viaje espacial y la elevación del estado de consciencia. La única forma de experimentarla es viéndola.

The Wild Bunch (Dir: Sam Peckinpah, 1969)

Un western revisionista que sirvió para revivir y enterrar todo el género cinematográfico al mismo tiempo. En ‘The Wild Bunch’, la mirada del director Sam Peckinpah es fúnebre y violenta: Este no es el Lejano Oeste de aventuras de matiné, es una tierra dominada por la sangre y el implacable paso del tiempo, en donde formas de vivir están desapareciendo y otras igual de macabras (pero más institucionales) están tomando su lugar. Una pandilla de forajidos ve como todo su alrededor cambia de forma radical, mientras intenta ajustarse a un mundo que ya no tiene cabida para ellos. Es trágica. Es brutal. Es fenomenal.