Viaje Infinito

Camino a Compostela: Senderos, historia y turismo

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En un nuevo capítulo de Viaje Infinito, llegamos hasta Camino a Compostela, la que se caracteriza por su red de senderos que recorren gran parte del territorio español, e incluso partes de Portugal y Francia.

Conversamos con Frani Be y Tere Larraín, quienes nos trasladaron hasta Galicia, España. Para conocer mas de su historia y turismo.

Camino a Compostela

Camino a Compostela se concentra en rutas de peregrinación cristiana de origen medieval que se dirigen a la tumba de Santiago el Mayor, situada en la catedral de Santiago de Compostela (Galicia, España).
Originados en la Edad Media, estos caminos fueron trazados por fieles cristianos para llegar desde su lugar de origen hasta el sitio donde, según la tradición, fue enterrado el Apóstol Santiago.
Es importante tener en consideración que esta ruta se puede realizar en cualquier época del año, puesto que las condiciones climáticas no afectan el desarrollo del sendero.

Te presentamos cinco caminos que puedes seguir

El Camino Francés

Una variada combinación de regiones, paisajes, climas, patrimonio, gastronomía y arquitectura caracteriza a esta ruta como la más transitada en la historia. Ello hace que sea una ruta generosa en alojamiento, restauración, información y señalización. Podrás conocer el río Miño en Portomarín, visitar el castro prerromano de Castromaior o saborear el famoso pulpo de Melide y el queso de Arzúa.

El Camino Portugués de la costa

Es un recorrido donde pasarás por increíbles pueblos costeros que te ofrecerán su mejor gastronomía, además de acantilados, castros, montes, bosques y estuarios que te sorprenderán. Se puede realizar en cualquier época del año, y no presenta un relieve exigente. Si quieres recorrer esta ruta, puedes comenzar con los últimos 100 km desde A Guarda y conseguir tu certificado peregrino.

El Camino de Finisterre y Muxía, el Epílogo

Es la única ruta jacobea en la que Santiago de Compostela es el inicio y no la meta. Es por ello, que se le denomina “Epílogo”. Con un total de 120 km, es el Camino más místico y espiritual, donde todo aquel que lo realiza queda maravillado al llegar al Fin del Mundo romano. Su naturaleza salvaje, su historia, sus leyendas, sus puestas de sol y los impresionantes paisajes de la Costa da Morte gallega te enamorarán.

Está bien señalizada, con muchos servicios y apta todo el año, es una ruta relativamente fácil. Podrás encontrar los dos “kilómetros 0” del Camino de Santiago: en Muxía y en Finisterre. Además, en ambas localidades podrás conseguir tu certificado, la Muxiana y la Finisterrana.

El Camino Primitivo, volviendo a los orígenes

Es la ruta más antigua de todas las que existen. Con nacimiento en Oviedo, cuenta con un total de 268 km hasta Melide, donde se engancha al Camino Francés. Sigue los pasos del primer peregrino, el rey Alfonso II el Casto, que peregrinó en el siglo IX desde Oviedo para certificar el descubrimiento de la tumba del Apóstol.

El principal atractivo de esta ruta es su esplendor paisajístico y su gran riqueza etnográfica. Para muchos, el Camino más bonito. Caminarás con total tranquilidad, pasando por pequeños pueblos y aldeas, enamorándote de la hospitalidad y sencillez de sus gentes. Es también, al igual que el Camino del Norte, una ruta con mayor dificultad, no apta para aquellos peregrinos novatos o personas que no estén demasiado acostumbradas a la actividad física, no es recomendable en cualquier época del año, pues se llegan a cotas de alta montaña que hacen de ella peligrosa en invierno.

El Camino del Norte, ampliando currículum peregrino

Es la ruta más larga de todas, con 820 km desde Irún hasta Arzúa, donde confluye con el Camino Francés. Las etapas son largas, con muchos desniveles y pasos de montaña en los que tendrás que extremar la precaución. Es por ello que no es recomendable realizarla todo el año. Por otra parte, cuenta con menos infraestructuras, algo que para muchos peregrinos será aún más atrayente al caminar por paisajes prácticamente vírgenes y poco urbanizados. En definitiva, esta ruta es completamente diferente a cualquier otra ruta jacobea.