Andrea Salvatierra de Artel: “La segunda generación fue la que empezó a hacer crecer la compañía”
Todo comenzó en 1938, cuando un joven químico hijo de inmigrantes alemanes decidió cambiar la historia del color en Chile. Osvaldo Matzner Winter llegó a Santiago con una idea sencilla, pero poderosa: llenar de creatividad las manos de los niños y los escritorios de los adultos. Así nació Artel, una marca que, sin saberlo, se convertiría en parte de la memoria colectiva del país.
De sus témperas nacieron dibujos, tareas y sueños. De su plasticina, millones de figuras moldeadas con imaginación. Ocho décadas después, el legado familiar sigue vivo, pero con una nueva mirada: hoy Artel está liderada por una escuadra femenina que asumió el mando para escribir un nuevo capítulo de esta historia.
¿Cómo una empresa nacida en plena Segunda Guerra Mundial logró mantenerse en pie, reinventarse y ahora poner a las mujeres al centro de su dirección? Descúbrelo en Más Que Un Pitch, por Infinita.