Felipe Romero de San Antonio Pomaire: “Es muy importante tener un equipo que te respalde”

Tenía solo 23 años cuando la vida le cambió para siempre. Felipe Romero acababa de egresar de Ingeniería Comercial cuando perdió a su padre, el alma de San Antonio de Pomaire, la pyme familiar que su abuela, Yolanda Galaz, había fundado décadas atrás en una pequeña cocinería llamada La Ratonera. Sin tiempo para el duelo, tuvo que ponerse de pie y tomar el timón del negocio que llevaba tres generaciones alimentando tradición y esfuerzo.
Enfrentó lo impensado: el estallido social, la pandemia y los comedores vacíos. Pero no se rindió. En 2020, junto a Don Abel, su proveedor de carne, salió en una furgoneta a repartir empanadas por Santiago, vendiendo por teléfono y WhatsApp. Fue entonces cuando descubrió que podía congelarlas… y el sueño volvió a tomar forma. Cuatro años después, con una caja de mini empanadas, un canasto y una chupalla, llegó al Growth Summit y conquistó a los compradores: ganó un Golden Ticket y entró a Walmart Chile. Hoy, esas mismas mini empanadas que nacieron de la adversidad están en 62 Lider del país. Una historia que demuestra que, a veces, el éxito también se cocina con lágrimas, coraje y un horno lleno de esperanza.