Más Que Un Pitch: El Podcast

Fundadores de Toke: “Nuestro primer error fue entrar al mercado con productos de invierno en verano”

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En entrevista con Más que un Pitch, conversamos con Nicolás y Diego Bascuñan, fundadores de Toke, marca de ropa nacional que diseña y fabrica prendas de vestir. Su estilo es urbano y busca ofrecer comodidad en el día a día. 

Para comenzar, Diego explicó cómo empezó la idea del proyecto original: “Comenzó en la universidad con un proyecto de emprendimiento de liderazgo, que era un ramo en el que había que desarrollar un proyecto durante el semestre. Me tocó en un grupo con el que no me sentía cómodo. Había cuatro personas más y les dije que me salía. Yo tenía otra idea en mente, y con un amigo decidimos desarrollar un proyecto diferente de polerones con chiporro”.

Tras esto, inició el trabajo para llevar a cabo este proyecto que surgió como una simple idea universitaria: “Llegué a Patronato sin saber nada. Llegué a Independencia sin tener idea de cómo comenzar. No encontré el Polar, pero sí un chiporro. Compré un metro de chiporro, un metro de cierre, un metro de forro y le pedí a una costurera que mi mamá conocía, quien le arreglaba los vestidos y hacía trabajos sencillos, que me armara un polerón (…) De ahí nos fue muy bien en el ramo. Sin embargo, hubo una montaña rusa de emociones, con peleas y discusiones con mi actual compañero, quien no quería seguir con la marca. Así que continué yo. Le cambié el nombre, obviamente, y de ahí nació Toke”.

En ese sentido, contaron de dónde proviene el nombre Toke: “Venimos de una familia con una pasión muy fuerte por las motos. Mi abuelo corría en moto, mi papá también, y él tiene nueve hermanos, todos ellos corredores de motos. Desde que Diego y yo teníamos cuatro o cinco años, hemos estado siempre juntos en el partidor de las carreras (…) En la familia hay una regla de oro: si no puedes prender la moto, no puedes andar, y si no sabes cómo arreglarla, tampoco puedes correr. Tienes que saber de mecánica y ser capaz de prender tu moto. A medida que creces y te pasa una moto más grande, es más difícil arrancarla, pero también aprendes más sobre mecánica. Desde pequeños nos enseñaron a usar la llave torque, que es la herramienta que aprieta los tornillos con la precisión perfecta. Yo tenía unos ocho años, Diego unos seis, y estábamos aprendiendo a usarla, aunque al principio no sabíamos bien. Diego la llamaba “la llave toque”.

Sobre el inicio de las ventas, corrieron con un punto a favor que fue el boom de Instagram, lo que hizo crecer rápidamente el negocio: “Era justo el boom de Instagram, así que la gente comenzaba a pedirnos lo que Diego llamaba “un polerón”. Yo lo desarrollaba en dos semanas y luego se lo vendía. Con el tiempo, la demanda creció tanto que la gente empezó a hablar más y más, y los pedidos comenzaron a llegar de todos lados. Decidimos organizar un mes de producción y hacer un showroom, que se anunciaba solo dos horas antes de abrir. ¡Era una locura!”.

Como todo emprendimiento, cometieron errores de principiantes, pero que a la vez son muy comunes: “El primer error que cometimos fue entrar con productos de invierno en pleno verano. Teníamos un taller con el que seguimos trabajando hasta el día de hoy. Continuamos desarrollando productos en Chile con ellos”. Sin embargo, la venta de esos productos fue buena, debido a la navidad: “La colección llegó el 22 de diciembre, justo después de que publicáramos en la página web que habíamos creado apenas cinco días antes. Empezaron a llegar los pedidos, y tanto Diego como yo terminamos el 26 y el 24 con los autos llenos, repartiendo regalos. Había chiporros, polerones, y de todo un poco”.

El gran avance que tuvieron para consolidar esto como un negocio fue cuando llegó su primer contenedor con mercadería, lo que llamó la atención de centros comerciales para que inauguraran tiendas en sus ubicaciones: “El salto lo dimos cuando nos llegó nuestro primer contenedor desde el exterior. Hicimos una colección más grande, con más productos y una mejor variedad. Había chiporros también, y creo que ese fue el año en el que realmente dimos el gran paso.En mayo de 2021, nos llamaron de Casa Costanera para decirnos que iban a abrir una galería y que teníamos la oportunidad de tener una tienda allí. Yo ya conocía el lugar. Nos ofrecieron un espacio, y firmé sin ver ninguna condición. Así fue como abrimos nuestra primera tienda”.

Pasando el tiempo, deciden innovar en más productos, pero al estar acostumbrados con la clase de chiporro, sufren una crisis de identidad sobre al público que querían destinar su vestimenta: “Ahí experimentamos una fuerte crisis de identidad. Cuando estuvimos en ese punto, dimos el salto del chiporro. Aunque mucha gente de diferentes edades compró el chiporro, al intentar crear nuevos productos, fue cuando enfrentamos nuestra primera crisis de identidad. Tuvimos que definir quién era nuestro público objetivo. Fue entonces cuando comenzamos a trabajar en la identidad de la marca, un proceso que seguimos desarrollando hasta hoy. Es un trabajo que nunca se detiene, y contamos con asesores de marketing para seguir perfeccionándolo. Lo que más nos ayudó fue cuando alguien nos dijo: “Ustedes son…”, y nos hizo ver que Nicolás y Diego tienen su vida fuera del trabajo. Diego disfruta surfear todos los fines de semana en la playa, y ambos corren en moto. Nos aconsejaron dar esa identidad a la marca, y ahí fue cuando nació el concepto de Wheels and Waves, un movimiento muy famoso fuera, que seguimos hasta el día de hoy”.

“A lo largo de los años, hemos enfrentado varios problemas, pero principalmente los hemos solucionado con planificación. En el retail, las fechas son clave; siempre hay que cumplir con los plazos y no atrasarse. Nos pasó varias veces que llegamos tarde con las colecciones y vimos que el mercado ya estaba entrando en liquidación, mientras nosotros recién lanzábamos nuestros productos. Eso impactó mucho en el área de finanzas. Actualmente, contamos con tres tiendas: una en Casa Costanera, otra en Chicureo y la tercera en el Mut. A las tres les ha ido muy bien”, concluyeron los hermanos Bascuñán.