Rusia y Ucrania: La importancia de los acuerdos de paz de Minsk que Putin dijo que “ya no existen”

Pero, ¿Qué son los acuerdos de Minsk y cuál es su importancia?
A inicios del año 2014, Rusia anexó el territorio de Crimea, territorio en ese entonces de Ucrania que correspondía a una península importante desde lo estratégico. Esto fue mirado por gran parte del mundo, especialmente por Estados Unidos, como algo ilegal.
Tras este hecho, grupos de combatientes separatistas se apoderaron de las regiones de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, que fueron proclamados como “repúblicas populares”. Hasta el día de hoy se sostiene por parte de Ucrania que Rusia armó y apoyó a los grupos separatistas de esos lugares, pero que Moscú y el Kremlin lo han negado constantemente.
Fue entonces en 2014 que se firmó un acuerdo entre Rusia y Ucrania, en septiembre de ese año, luego de conversaciones diplomáticas extensas en la ciudad de Minsk, capital de Bielorrusia, algo que fue auspiciado por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
El acuerdo estableció en ese entonces un estilo de hoja de ruta para poner fin a los enfrentamientos en las regiones de Donestk y Lugansk, normalizando el estatus de ambas regiones, donde se les pasó a conocer como la región de Donbás.
Este acuerdo se alcanzó luego de varios intentos de fin del combate, pero tras su firma se realizó un alto al fuego de manera inmediata, con un protocolo de doce puntos para poder solucionar el conflicto. Sin embargo, el acuerdo tuvo un rápido fracaso, con violaciones de los puntos entre ambas partes.
Igualmente, las negociaciones de paz entre ambos países continuaron, y tras varias conversaciones, en febrero de 2015, luego de que Francia y Alemania se sumaran al diálogo, se llegó a un nuevo acuerdo en Minsk. Este consenso estableció otro cese al fuego de manera inmediata y bilateral, el retiro del armamento pesado desde ambos bandos, una nueva hoja de ruta para ponerle fin al conflicto y llevar a cabo elecciones locales y amnistía de los dirigentes involucrados en el conflicto.
Todo esto, significaba que Ucrania le iba a otorgar a las regiones de Donetsk y Lugansk su autonomía significativa, a cambio de poder recuperar el control de su frontera con Rusia. Pero este nuevo acuerdo igualmente fracasó, y los combates se reanudaron.
En esta tónica, Rusia y Ucrania se mantuvieron en la situación tensa de enfrentamiento y posible conflicto armado. Este año, la situación volvió a agravarse, tras las amenazas de Rusia de invadir a Ucrania, especialmente tras el reconocimiento de independencia de Donets y Lugansk por parte de Rusia.
Los acuerdos tienen por objetivo de mantener la paz entre ambas naciones, evitando así los conflictos armados y directos, pero sin duda tras los últimos acontecimientos, estos se han debilitado. Con el objetivo de mantener la calma en Europa y el mundo, el cumplimiento del acuerdo de Minsk puede ser la clave para evitar una guerra.