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Benedicto XVI pide perdón por violencia sexual contra niños cometida en el arzobispado de Múnich

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El papa emérito Benedicto XVI, por medio de una carta, pidió perdón por la violencia sexual contra niños cometida en el arzobispado de Múnich, sin embargo negó haber encubierto cuando tenía “importantes responsabilidades en la Iglesia Católica”  a sacerdotes que cometían estos abusos.

Recordemos que el pasado 24 de enero, el papa se pronunció sobre su declaración a raíz del informe de abusos sexuales de la diócesis de Munich, que contabilizó al menos 497 víctimas entre 1945 y 2019 y que le acusa de conducta indebida en al menos cuatro de ellos.

Además, según el informe, Joseph Ratzinger, de 94 años, mintió al afirmar en su posicionamiento que no estaba presente en la reunión de enero de 1980, ya que según las actas intervino en ella y estaba presente.

La carta

En una carta hecha pública por el Vaticano, el papa emérito argumentó que nunca encubrió estas agresiones cuando tenía “importantes responsabilidades en la Iglesia Católica“.

“Solo puedo expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón”, dijo Benedicto XVI.

“En todos mis encuentros con víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes (…) he percibido en sus ojos las consecuencias de una grandísima culpa y he aprendido a entender que nosotros mismos caemos dentro de esta grandísima culpa cuando la descuidamos o cuando no la afrontamos con la necesaria decisión y responsabilidad, como ha sucedido y sucede demasiadas veces”, sostuvo en el escrito.

“Mayor es mi dolor por los abusos y errores que se han producido durante el tiempo de mi misión en los respectivos lugares”, señaló el papa emérito “consternado”.

El error

El 24 de enero, el papa emérito reconoció que sí participó en una reunión crucial en 1980 sobre los presuntos abusos cometidos por Peter Hullermann.

“Este error, que lamentablemente se produjo, no fue intencionado y espero que sea disculpado”, destacó. “Me afectó profundamente que el descuido se utilizara para dudar de mi veracidad, y presentarme incluso como mentiroso”, agrega en la carta.

En el escrito, el papa emérito también agradece a su sucesor, Francisco, por “la confianza, el apoyo y las oraciones que me ha manifestado personalmente”.

El final de la carta

“Muy pronto me presentaré ante al juez definitivo de mi vida. Aunque pueda tener muchos motivos de temor y miedo cuando miro hacia atrás en mi larga vida, me siento sin embargo feliz”, concluyó el papa emérito, quien vive retirado en un monasterio en el Vaticano y cuyo estado de salud es muy delicado.