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Reforma a la Ley de Armas fue despachada por el Congreso y está lista para ser ley

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Luego de catorce años de tramitación, se logró despachar desde el Senado el proyecto que reforma la Ley de Armas en Chile.

Durante esta mañana, los diputados y diputadas habían respaldado las modificaciones que realizó la comisión mixta. Esto ocurrió con 102 votos a favor, 18 en contra y 7 abstenciones.

Por la tarde, la Cámara Alta visó de manera unánime el documento que emanó desde la Comisión Mixta, y el proyecto quedó listo para convertirse en ley. El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, durante la intervención que realizó en la Cámara Baja, afirmó que “para nosotros es tremendamente importante avanzar en una nueva legislación que se haga cargo y administre la realidad actual“.

Lamentablemente hoy hay cada vez más armas en las manos equivocadas. Y el origen de las armas puede ser diverso (…) Hay otra realidad que es tremendamente preocupante y que nos hicimos cargo en la tramitación de la ley, a través de una indicación, que es aquellas armas que están ingresando a Chile como armas de fantasía, como juguete, de fogueo. Y que a muy bajo costos las distintas bandas criminales las están adaptando”, añadió.

Esta legislación nos va a poner al día para poder entregarle a nuestras policías, el Ministerio Público, herramientas que son importantes”, cerró Delgado.

¿Qué contempla el proyecto?
Algunas de las modificaciones que introduce este proyecto a la legislación vigente, se encuentra la actualización de artefactos prohibidos para las armas. Así como también se especifica que no se puede utilizar ningún tipo de silenciador ni tampoco dispositivos que conviertan armas semiautomáticas en automáticas y se incluye las armas de fogueo o de juguete adaptadas para utilizar balas.

Además se incorpora un registro de ADN balístico que busca identificar el arma desde dónde fue disparada una bala. Igualmente, la reforma incluye que los artículos que permiten que las policías “hagan entregas vigiladas, intercepten comunicaciones o usen agentes encubiertos en procesos investigativos relacionados a armas y se dispongan medidas especiales de protección de testigos”.

De los puntos clave de la reforma, es el aumento de las penas para los delitos asociados a las armas. La venta de municiones no autorizadas pasará a ser un delito por ejemplo. La pena por entregar armas a menores de edad aumenta a 541 días hasta 5 años de presidio. Se crea también el delito de adulteración, alteración o destrucción del sistema de trazabilidad de las armas.

Asimismo, la reforma establece el aumento de exigencias para la inscripción de armas, incorporándose que se tenga como exigencia de la “realización de un curso sobre mantenimiento y manejo de armas, además de la exigencia de que un médico psiquiatra deba certificar la actitud física y psíquica del solicitante“.