Santiago González, rector Ucen: “Tenemos aranceles de gratuidad que a veces complican la educación de calidad”
El financiamiento de la Educación Superior enfrenta diversas dificultades el día de hoy. Una de ellas, según advierten los especialistas, es la gratuidad. Para hablar del tema, en ‘Qué Hay De Nuevo’ conversamos con Santiago González, rector de la Universidad Central y presidente de la Corporación de Universidades Privadas.
González puso paños fríos a que la situación de las universidades sea grave, pero si advirtió que hay condiciones que han complejizado su funcionamiento:
“Aquí no podríamos hablar de una crisis, pero han habido algunas universidades con problemas. Administrar una universidad es realmente complejo, porque hay que balancear dos factores: Uno es la calidad académica, que requiere hacer importantes esfuerzos económicos, y otro es la administración de los recursos. Cuando esas cosas no están bien alineadas, se pueden producir problemas en la proyección a largo plazo, y eso hemos visto en algunas universidades”
En ese sentido, cree que la gratuidad se puede convertir en un problema si no atiende la realidad de las universidades:
“A veces se nos hace difícil. Las universidades que estamos en gratuidad, que somos la gran mayoría, tenemos aranceles de gratuidad que a veces complican el otorgamiento de calidad que nos gustaría… Los aranceles de gratuidad no siempre pueden cubrir los costos adecuadamente de determinadas carreras, en especial aquellas que requieren más recursos, más investigación, más salidas a terreno”.
El rector reconoce que el Mineduc ha hecho esfuerzos para diferenciar la gratuidad de las carreras según los recursos que cada una necesita:
“El ministerio de Educación ha hecho un trabajo interesante… El próximo año ya entran en funcionamiento los aranceles de gratuidad para un 40% de las carreras basados en un estudio que hizo el ministerio con una comisión técnico. En 2026 entra la segunda etapa con el otro 60% de las carreras”.
Sin embargo, cree que todavía no se ajustan las conclusiones a la realidad:
“Nosotros hemos sido críticos de ese estudio, porque no se ha profundizado lo suficiente para determinar los aranceles de gratuidad de las distintas carreras. Hay algunos parámetros que no compartimos porque creemos que no reflejan la realidad de la Educación Superior. Si los aranceles no cubren los costos de las carreras, se va a afectar la calidad, y los que sufren son los estudiantes”.
Por eso, propone que se escuche más la voz de los rectores:
“Hemos dicho que en esta segunda etapa, en donde se incorporarán el 60% de las carreras, se haga de forma más participaba. De modo que nosotros podamos transparentar de mejor forma nuestros costos, y que se reflejen mejor en los aranceles”.