Entrevistas

Paula Walker y situación de niños vulnerables: “Aquí fallaron los jueces, la Iglesia, los establecimientos educacionales, los estados y la sociedad”

Han pasado 8 años desde la muerte de Lisette Villa, la pequeña de 10 años que murió en un Cread en Estación Central tras apremios ilegítimos por parte de 8 personas. Su caso reabrió la discusión sobre cómo abordar la infancia vulnerable en nuestro país, y puso en entredicho la efectividad del Sename y del sistema en general a la hora de proteger a los niños que más lo necesitan.

En ‘Qué Hay De Nuevo’, socia directora de la consultora Origen, abordó en qué está este tema, y sus conclusiones no fueron positivas:

“Han habido cambios en la institucionalidad, pero es bien deprimente lo que pasa. La situación de niñas y niños pobres no ha cambiado mucho. No lo digo yo: Hay informes internacionales y nacionales que son muy drásticos. Los informes dicen que el Estado chileno no ha protegido a los niños como corresponde”.

Una de los problemas más graves frente a esto es que no pareciera haber capacidad de atender a todos los niños vulnerables:

“El sistema de listas de espera que atienden a estos niños es de carácter público y privado. En Chile tenemos 60.000 niños que esperan poder entrar a un programa ambulatorio o de residencia que los pueda alejar de espacios de violencia y vulneración, pero no tienen dónde ir”.

Para Walker, es indudable de que los problemas parten a nivel de coordinación, pero hay medidas que se tienen que tomar ahora ya si es que no se desea que el problema se agudice:

“Hay una falta de coordinación y de recursos gigantesca… También hay que tener mayor control y fiscalización al interior de instituciones públicas y privadas. Los niños y las niñas son víctimas porque son chicos, porque si los amenazas ellos no se saben defender. Hay que reforzar todo tipo de supervisión a personas que trabajan con niños y niñas en estas instituciones, para evitar que se sigan cometiendo abusos”.

Lamentablemente, ni la historia de Lisette ha acelerado soluciones:

“Desde el caso de Lisette han hecho nuevos informes. Entre 2018 y 2020, hay denuncias de 328 niños y niñas que han sufrido apremios ilegítimos, como torturas y maltratos, y también han muerto niños bajo el cuidado del Estado”.

La conclusión de Walker es lapidaria.

“Aquí fallaron los jueces, la Iglesia, los establecimientos educacionales, los estados y la sociedad”.