Entrevistas

Sebastián Andrade, abogado de la familia de soldado fallecido en Putre: “Necesitamos una intervención civil por el aislamiento inexplicable”

Durante un viaje de entrenamiento en Putre, región de Arica y Parinacota, Franco Vargas, un soldado conscripto de 19 años, perteneciente a la Brigada Motorizada N° 24 “Huamachuco”, falleció en medio de circunstancias que todavía se encuentran bajo investigación. Tras su muerte, se informó que 45 de sus compañeros del mismo recinto presentan un cuadro infeccioso de origen respiratorio, por el que dos de ellos se mantienen en estado grave. A casi de una semana desde su muerte, la madre de Franco, Romina Vargas, anunció que demandará al ejército. Además, la Contraloría General de la República solicitó al Ejército todos los antecedentes del suceso, y el mismo Ejército de Chile anunció la apertura de un sumario para establecer en qué circunstancias ocurrió el fallecimiento del soldado. 

En Qué Hay de Nuevo, el abogado y representante de la familia de Franco Vargas, Sebastián Andrade, conversó sobre los hechos que rodean el trágico fallecimiento del soldado de 19 años.

Respecto a los acontecimientos que sucedieron tras la muerte del conscripto, Andrade afirmó que “inmediatamente al otro día aparece un comunicado del día 28 de abril, de que 45 otros muchachos se encontrarían con algún tipo de un virus respiratorio, y se encontrarían en aislamiento. Al día de hoy, estos muchachos se mantienen aislados. Hay algunos que están graves, hay uno que está en riesgo de perder una de sus extremidades. Y hay otro muchacho que, por lo que supimos hoy en la mañana, se habría intentado quitar la vida en este aislamiento. Todo esto, sin que los padres puedan visitarlos, sin que puedan hablar con ellos ni tener acceso a un diagnóstico claro de por qué están aislados”.

En cuanto a la forma en que han podido recopilar testimonios para entender los sucesos en torno al fallecimiento de Franco, el abogado indicó que “justamente ahí está la dificultad. Nosotros tenemos este testimonio, y hemos reconstruido la dinámica de los hechos con los mismos conscriptos que están adentro”. Además, añadió que “los padres no quieren que se sepa la identidad de estos muchachos, porque están ahí dentro y están todavía bajo la supervigilancia y un poco el yugo de estos militares. Y ya con el paso del tiempo, pareciera o da incluso la impresión pública de que no quisieran que estos muchachos sencillamente hablen”.

Sobre las novedades en torno al estado de salud de los soldados, y el flujo comunicacional del regimiento con las familias de los involucrados, Andrade declaró que “cada día es algo nuevo y es algo más terrible. Nos dicen que es un virus respiratorio, ayer se hablaba de que los muchachos tendrían algún tipo de infección estomacal por haber comido carne cruda y agua de un pozo, pero aún así no tenemos la certeza diagnóstica clara. Y los padres no pueden comunicarse con ellos y tampoco ir a verlos. Eso es justamente lo que creemos, que va empeorando la situación, y haciendo de esto un pantano de la información, y le hace un flaco favor desde el punto de vista comunicacional al Ejército”.

Asimismo, el abogado de la familia de Franco Vargas, señaló que “la ministra de Defensa, Maya Fernández, se puso en contacto ayer con la mamá de Franco, y solamente se limitó a enviarle el contacto de la directora del Servicio Médico Legal para cualquier consulta que tuviera. Nada más que eso. Más allá de indicar las palabras protocolares, de que se van a hacer todas la investigaciones posibles, y palabras que muchas veces se diluyen y se hacen humo. Pero acá lo que nosotros necesitamos es una intervención civil en este aislamiento inexplicable, que tiene a todos estos muchachos sin tener contacto con sus familias”.

Por último, el representante se refirió a las condiciones que existen al interior del Ejército, manifestando que “hay mucha gente que me ha hablado de distintas épocas del regimiento Huamachuco, de otros sectores hacia el sur, y el nivel de negligencia, violencia, maltrato y tragedia en nivel de afectación a la salud no es un tema nuevo. Esta cultura o tradición castrense de forzar el carácter de un soldado a través de la violencia, es una cosa que ya no tiene relación con estos tiempos”.