Alberto Undurraga sobre la Acusación Constitucional contra el ministro Ávila: “Es una pésima estrategia del gobierno negar los problemas de gestión”

La Cámara de Diputados  se pronunciará este miércoles, 12 de julio, sobre la acusación constitucional, que consta de siete capítulos, contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, jornada en la que se definirá si el libelo sigue su curso y pasa al Senado o es desestimado por los parlamentarios.

En conversación con ‘Ahora es cuando’, el diputado y presidente de Democracia Cristiana, Alberto Undurraga, se refirió a esta situación que se producirá en la Cámara de Diputados, donde informó la posición de su bancada sobre esta acusación constitucional, en medio de la crisis por el Caso Convenios y el debate que se ha generado por la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado.

Para el parlamentario Undurraga, “las acusaciones constitucionales son una última instancia para las evaluaciones de un ministro, pero lo que está en juego aquí es si él pasó a llevar la Constitución, no si es un buen o mal ministro, pero después de haber estudiado, primero la acusación y después la defensa, no se configura ninguna infracción a la Constitución y es por eso que voy a votar en contra”. 

Durante la jornada de ayer, en la comisión revisora de la acusación constitucional, Marcela Aranda, abrió nuevamente la polémica al señalar que “debe dar explicaciones si es que su condición, cualquiera sea, impide o afecta de alguna manera la ejecución de su cargo y vulnera los derechos de otros o incumple las leyes o la Constitución”. Tras esto, el presidente de la República, salió a repudiar estos dichos, asegurando en su Twitter, que “las acusaciones constitucionales son legítimas herramientas de fiscalización de los diputados. Desgraciadamente la acusación al Ministro Ávila está marcada por la homofobia, que que aquí queda claramente en evidencia. Y esto no debiera ser aceptable en nuestra sociedad”.

Consultado por esta situación, el timonel de la DC, expresó que “a mi juicio tiene una mala gestión, pero no ha pasado a llevar la Constitución y centrarlo en su orientación es una miopía del gobierno, de no ver los problemas de fondo de educación”, por lo que realizó un importante análisis sobre el actuar del Ejecutivo: “Es una pésima estrategia del gobierno negar los problemas de gestión, lo que está en discusión es si esta gestión llegó a pasar a llevar la Constitución”.