Entrevistas

Carlos Peña: ”El único camino posible si gana el Rechazo es redactar una nueva Constitución mediante una Convención”

En entrevista con el programa ‘Quién Lo Diría’, el rector de la Universidad Diego Portales y columnista, Carlos Peña, se refirió a a su escrito sobre las polémicas declaraciones del Presidente Gabriel Boric, respecto a un nuevo proceso constituyente.

”A mi me parece que, la cuestión que dejó planteada el presidente Boric en aquellas declaraciones, admite un análisis desde 2 puntos de vista. Uno de ellos, el puntos de vista Constitucional Jurídico que consiste en responder la siguiente pregunta: ¿Qué dicen las reglas para el caso que gane el rechazo?’ continúa, ” Y el otro tipo de análisis es uno mas bien político: ¿Qué alternativa es posible si gana el rechazo?”

Según Peña, se trata de dos interrogantes distintas pero que en ambos casos, si es que gana el rechazo, la solución es la misma.

”No cabe duda que, el único camino posible que se abre en la sociedad política en Chile, es emprender la redacción y la deliberación de una nueva Carta Constitucional mediante una Convención’‘, dijo. ”Pensar que el 5 de septiembre pueda ser posible elaborar una Carta Constitucional por parte de una comisión elegida por el congreso, sin participación amplia de la ciudadanía, a mi me parece simplemente impensable”.

También, aclaró su postura frente a que el Ejecutivo entable una conversación con el expresidente Sebastián Piñera, el 5 de septiembre:

”Lo que quiero decir es que, ocurra lo que ocurra el 4 de septiembre, lo que yo sugiero es que las preferencias que se manifiesten ese día van a ser inevitablemente volátiles, frágiles, (…) de manera que nadie puede presumir que por un resultado electoral se tiene la preferencia ideológica de la mayoría de la ciudadanía de su lado”, dijo.

”La invitación mía tiene que ver con eso, para que él aprenda que las preferencias políticas son muy volátiles y que en política se puede ganar 1 día pero en la condición contemporánea, a muy poco andar, se puede perder rápidamente el apoyo de la ciudadanía”, concluyó.

Asimismo, Peña aseguró no entender por qué las afirmaciones del presidente pudieren equivaler a temer votar por el rechazo, ”porque en realidad si esa fuera la intención, sería bastante más astuto y sagaz aferrarse a la tesis que si gana el rechazo, rige la Constitución de 1980 con las modificaciones del caso, sin que haya ningún otro proceso de cambio Consitucional”.

Respecto a las demandas del país durante el estallido social y la respuesta mediante el texto Consitucional, el comentarista dijo que:

”La Convención Constitucional interpretó el mandato de la ciudadanía como un mandato utópico, es decir, como un esfuerzo de racionalidad total para rediseñar el conjunto de la vida política (…) y me parece que esa interpretación fue errada porque, yo creo, que lo que animó a la ciudadanía el 19 de octubre no fue una esperanza utópica (…) sino que en realidad era una muy variopinta suma de demandas sociales, algunas muy urgentes, propias de un país que se había modernizado rápidamente”, continuó, ‘‘lo que esta ocurriendo, lo que muestran las encuestas (…) ha dado paso en la ciudadanía a un sentimiento de desilusión, de decepción, como suele ocurrir en la vida política”.

De igual modo, apuntó a que existe una sensación de riesgo tanto dentro de la élite como los sectores populares pero que esta es exagerada, diciendo que:

”En momentos de alta conflictividad las personas empiezan a dejarse invadir por la emoción del miedo y la esperanza y en las élites sienten que tienen mucho que perder si las cosas cambian radicalmente (…)  una cierta sensación de temor y radical incertidumbre que acaba nublando la racionalidad. Yo no digo que no haya motivos para alarmarse, pero tampoco hay que exagerar. (…) Presentar todo eso como ‘estamos acercándonos a un precipicio’ o ‘estamos al borde de un caos radical’ a mi me parece absurdo”, declaró Peña.

Concluyendo que: ”La labor de los medios, intelectuales, élites, es contribuir a que las personas racionalicen el proceso y tomen una decisión.  Y una vez que se tome una decisión, creo yo, hay que apostar siempre a que lo que siga sea una aplicación de las reglas y no una tierra de nadie donde todo se vuelva a negociar”.