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Las Mejores Películas de 2023

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Por Matías e Ignacio De La Maza

Y bueno, se nos fue el año (otra vez), por lo que es hora de hacer otra lista con las mejores películas de la temporada. Las reglas son simples: Si se estrenó en Chile, califica. Si no, no (tampoco si no la vimos, obvio). Tampoco califica si es una película del 2022 que llegó a nuestro país en 2023 (o sea, nada nominado a los Oscars pasados).

En un año extraño e intenso, el cine volvió a servir como refugio, reflejo, escape y confrontación. He aquí las cintas que más disfrutamos en los últimos 12 meses.

Mejor fenómeno: Barbenheimer 

Partió como una broma. ¿Cómo dos súperproducciones tan distintas se iban a estrenar el mismo día? Y así, de a poco, la internet transformó lo que debía ser una competencia en una relación simbiótica. ¿Para qué elegir entre Barbie y Oppenheimer, si podías ver ambas?

El resultado fue el mayor fenómeno del año en la pantalla grande. Ambas películas se transformaron en un éxito y compartieron la audiencia. Y con merecimiento. Porque más allá de toda publicidad, las cintas de Greta Gerwig y Christopher Nolan triunfan en ser originales, inteligentes y muy bien realizadas.

Una sátira de género a partir de una conocida muñeca y un drama biográfico sobre el padre de la bomba atómica quedaron para siempre unidos por haber sido capaces, en 2023, de llevar en masa a la gente a las salas como no se veía desde antes de la pandemia. Una muestra que Hollywood no tiene que sacrificar profundidad para entretener y que, en medio de tantas películas genéricas, todavía hay directores capaces de ofrecer experiencias únicas.

Mejor película para los nostálgicos de Jerry Maguire: Air 

Air se siente como una película de otra época. Una comedia dramática deportiva más al estilo del cine de los 90 que de la actualidad. Es quizás eso lo que la hace tan entretenida. Una Jerry Maguire del Siglo XXI, sin aspectos románticos, sino que redoblando en su exploración sobre el mundo del management deportivo.

La cinta, dirigida por Ben Affleck (retornando a forma detrás de cámara, tras el traspié de Live by Night), cuenta la historia real sobre cómo Nike fichó a Michael Jordan en 1984, en una época donde la compañía estaba al borde de cerrar su división de básquetbol, tras quedar muy por detrás de Adidas y Converse. Eso hasta que el veedor Sonny Vaccaro (un muy buen Matt Damon) insiste en apostar todo por contratar a Jordan, en ese entonces un talento incipiente.

Un cuidado sentido estético sumado a un buen guión y un gran elenco (además del mismo Affleck y Damon está Chris Tucker, Jason Bateman y Chris Messina, quien se roba la película) hacen de la historia de la creación de una de las zapatillas más icónicas de todos los tiempos un deleite para quienes añoran ese tipo de películas que se encontraban hace años en la televisión y te dejaban pegado a puro entretenimiento.

Mejor recordatorio que crecer no es como Euphoria: ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret 

Sin drogas, ni excesos, ni dramas oscuros, ni luces de neón. Series como Élite y Euphoria han pintado una versión extrema de la adolescencia que, probablemente, no corresponde a la mayoría (para empezar, los colegios no están llenos de adolescentes con caras de treinteañeros como esas series).

El crecer es más como lo que muestra ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret, uno de los pequeños placeres cinematográficos de 2023. Sin mucho ruido ni grandes ambiciones, es de las mejores películas del año. Una comedia familiar sobre los cambios, la incomodidad y ese deseo inocente e ingenuo de querer llegar rápido a la adultez, como si eso diera más claridad y paz mental.

La trama sigue a Margaret (Abby Ryder Fortson, extraordinaria), una niña de 11 años que se muda desde Nueva York hacia Nueva Jersey con sus padres. En su colegio enfrenta el estrés de ser la niña nueva y de tener compañeras obsesionadas con crecer. Temas como el primer período y romances con compañeros son ajenos a ella, lo que le genera un estrés que calma de una manera estereotípica: rezando. ¿El tema? Siendo hija de una madre cristiana (Rachel McAdams) y un padre judío (Benny Safdie), Margaret creció sin una religión específica. Por lo cual, no tiene muy claro a qué concepto de Dios le está rezando.

No toda historia sobre crecer tiene que ser intensa y oscura. La película es graciosa, encantadora, emotiva y muy empática, con una historia empática y real sobre cómo llevar la incomodidad de la preadolescencia.

Mejor derroche de estilo: The Killer

De buenas a primeras, ‘The Killer’ parece ser la historia de un perfeccionista. Al menos así quiere que lo pienses su anónimo protagonista (Michael Fassbender, perfectamente estoico), un asesino a sueldo propenso a relatar extensos monólogos internos acerca del nivel de fastidiosa minuciosidad que requiere su trabajo para que todo salga como tiene que salir. En los primeros 15 minutos, seguimos a este profesional mientras afina cada detalle de su próxima asignación, con énfasis en los extensos períodos de aburrimiento y preparación que requiere el trabajo (incluyendo, de forma hilarante e insólita, sesiones de concentración al ritmo de la música de The Smiths). Y bueno, por supuesto que finalmente falla en el blanco y todo se va al carajo.

Es ahí en donde ‘The Killer’ muestra su verdadera cara como una comedia secreta, una cinta de un humor tan seco que fácilmente puede pasar desapercibido. Es tentador comparar al asesino con el propio David Fincher (‘El Club De La Pelea’, ‘La Red Social’), uno de los cineastas más detallistas y meticulosos de Hollywood. Sin embargo, en esta ocasión el notoriamente serio Fincher parece hasta estarse burlando de sí mismo, presentando a un pelotudo que se toma demasiado en serio y que pese a sus pretensiones de profesionalismo comete error tras otro, incluso cuando decide obtener sangrienta venganza contra sus empleadores.

‘The Killer’ es al final del día una película acerca de cuando el perfeccionismo choca contra la impredecible realidad. Pero también es un ejercicio de puro estilo como pocos se vieron este año: Desde la fotografía arquitectónicamente impecable de Erik Messerschmidt hasta los virtuosos encuadres del propio Fincher, la actuación fríamente calculada de Fassbender y el soundtrack etéreo de Trent Reznor y Atticus Ross. Puede que el sicario al centro de todo sea un ridículo con delirios de grandeza, pero la película posee un control sobre sí misma y un sentido estético que hablan de un maestro trabajando al tope de sus capacidades.

Mejor cinta de acción: Mission Impossible: Dead Reckoning y John Wick 4

El mejor cine de acción debiese ser un tributo a las infinitas capacidades del cuerpo humano. En ese sentido, pocas estrellas occidentales son más grandes que Tom Cruise y Keanu Reeves. Pese a que ambos intérpretes bordean los 60 años, este 2023 dejó en claro que el paso del tiempo ha hecho poco por disminuir el potencial de estos actores de desafiar los límites de la carne.

La más reciente entrega de ‘Misión Imposible’ es quizás la más desquiciada de toda la saga, una que encarna la lucha de Tom Cruise por preservar un cine que es físico, táctil y lleno de alma al enfrentar a su personaje Ethan Hunt contra una Inteligencia Artificial que amenaza al mundo (las tramas de ‘Misión Imposible’ nunca son lo más importante). Cruise vuelve a establecerse como el heredero más lógico del humor corporal de Buster Keaton, arriesgando su vida en proezas cada vez más elaboradas con una jovialidad y timing cómico que te hacen creer en el cine como magia.

Reeves consigue una hazaña similar en ‘John Wick 4’. Sí, dura 3 horas. Sí, tiene una cantidad de personajes y tramas insólita. Sí, las reglas internas de este mundo en donde todos son asesinos son hilarantes en su extrema complejidad. Y aún así el gran actor hace que todo cante. Reeves es un intérprete de una fisicalidad magnífica, letal y vulnerable al mismo tiempo. En esta ocasión su talento es amplificado por la presencia de algunos de los artistas marciales más destacados del planeta: Donnie Yen, Scott Adkins y el chileno Marko Zaror brillan tanto en sus elaboradas secuencias de pelea como en los momentos en donde el guion les exige profundidad dramática.

En una industria en donde el cine de superhéroes tocó el fondo de la mediocridad y la falta de imaginación, las películas de acción nos recordaron en 2023 que no hay como la vieja escuela.

Mejor película chilena: La Memoria Infinita

El cine de Maite Alberdi sigue encontrando nuevas formas de acceder a una humanidad trascendente y devastadora. En ‘La Memoria Infinita’, la realizadora nos invitó a presenciar de forma íntima los últimos años del periodista, documentalista y comunicador Augusto Góngora, una figura  fundamental en el desarrollo de la memoria colectiva sobre los aspectos más dolorosos y crueles de la dictadura. El último tiempo de Góngora en esta tierra estuvo marcada por el alzheimer, una enfermedad despiadada que perfectamente podría haber convertido a la película en una experiencia miserable.

Y sin embargo, Alberdi convierte esta experiencia en algo casi luminoso. Y es que la cinta elige enfocarse en la relación entre Góngora y la actriz y exministra Paulina Urrutia, revelando la belleza inimaginable de un amor que trasciende la tragedia de su injusta realidad. La generosidad con la que la pareja deja a la cámara adentrarse en su mundo es conmovedora, revelando dulzura, esperanza e incluso humor sin hacerle el quite a los momentos más complejos de la enfermedad.

En vez de una reflexión lúgubre sobre la pérdida de la memoria, Alberdi nos muestra la importancia de protegerla, y cómo esta desafía incluso al paso del tiempo. ‘La Memoria Infinita’ te deja con un calor en el pecho y el agradecimiento de haber presenciado una historia extraordinaria.

Mejor película de terror: Cuando Acecha La Maldad

Las mejores cintas de terror saben capturar nuestros miedos y ansiedades de una forma que se siente casi elemental. En ese sentido, esta producción argentina tuvo poca competencia en el 2023. Fuertemente anclada a los (todavía) persistentes temores pandémicos, ‘Cuando Acecha La Maldad’ imagina a una pequeña comunidad rural al otro lado de la cordillera azotada por una ola de posesiones demoníacas, cuyas reglas internas son tan elaboradas como inclementes.

Ahora, películas sobre males que se expanden rápidamente entre la población hay varias. Donde ‘Cuando csecha La Maldad’ gana puntos es en la casi jocosa brutalidad con la que desenvuelve su acción. No hay momento en esta historia de dos hermanos y sus respectivos seres queridos intentando escapar de un mal que se expande sientes que los protagonistas tienen control de la situación, y los niveles de violencia que se exhiben en pantalla, incluso contra víctimas atípicas de este tipo de cintas como niños pequeños, son de una morbosidad impactante.

‘Cuando Acecha La Maldad’ es capaz de ponerte en los zapatos de alguien a la merced de una oscuridad inescapable y eterna, una que no obedece lógica ni empatía. Incluso si su guion se desmorona en el tercer acto, jamás suelta su capacidad de ponerte los pelos de punta.

 

Mejor comedia: Bottoms

La joven cineasta Emma Seligman debutó con su primer largometraje en 2020, una comedia deliciosamente tensa llamada Shiva Baby (está en Mubi por si les interesa). Sin embargo, nada en la jovial claustrofobia de esa ópera prima te podría preparar para los niveles de desquiciamiento que alcanza ‘Bottoms’, su segunda película de larga duración.

Reuniéndose con la actriz y comediante Rachel Sennott (quien además de protagonizar es coautora del guión), ‘Bottoms’ sigue a dos amigas lesbianas (Sennott y la genial Ayo Edebiri) que se proponen lo que tantos jóvenes se han propuesto a lo largo del cine juvenil: Perder la virginidad antes de salir de la secundaria. Su dificultad es que ambas son gigantescas perdedoras ignoradas por el resto de la escuela ¿La solución? Bueno, inventar un club de la pelea en donde se muelen a combos con otras mujeres bajo la excusa de que es un ‘curso de defensa personal’, todo con la misión de conocer chicas guapas… Obvio.

A diferencia de claras influencias como ‘Superbad’ o ‘Heathers’, ‘Bottoms’ convierte la violencia de la experiencia juvenil en algo literal, en una seguidilla de narices rotas, moretones en los ojos y bocas sangrantes, y solo se vuelve más y más excesiva a medida que avanza. Sin embargo, también captura un sentir de rabia femenina con una claridad que varias cintas de su género intentan alcanzar pero se quedan cortas. La acción escala hasta un punto insólito, llegando a un clímax glorioso en su surrealismo. Como nada que hayas visto en el último tiempo.

Mejor película y punto: Asteroid City

“No entiendo la obra”, dice un actor (Jason Schwartzman) en un momento clave de ‘Asteroid City’. La respuesta de su director (Adrien Brody) es concisa, pero de alguna manera resume toda la carrera de Wes Anderson: “No importa, solo sigue contando la historia”.

En su película más personal hasta la fecha (y, si me preguntan, quizás la mejor que haya hecho), el pulcro cineasta texano encuentra una forma de revelar la tesis detrás de su obra de forma que de todas maneras levanta más preguntas que respuestas ¿Por qué contamos historias? ¿Por qué vamos al cine? ¿Por qué un hombre siente la necesidad de poner en pantalla pequeños y cuidados dioramas perfectamente simétricos para expresar lo doloroso y magnífico que significa ser humano?

En esta ‘obra dentro de una obra’, Anderson intenta esbozar algunas respuestas a través de la historia de un viudo deprimido que viaja junto a su familia al pueblo titular, una especie de campamento espacial para niños en donde, por supuesto, todos los presentes sufren un encuentro cercano con lo paranormal. Un reparto que incluye a Scarlett Johanson, Tom Hanks, Tilda Swinton, Bryan Cranston, Steve Carrell y múltiples otros pesos pesados encarnan a las almas perdidas que también se ven atraídas a este lugar. Sus dramas son pintorescos y fascinantes, pero detrás de todos los procedimientos se revela un corazón palpitante que había estado algo escondido en los últimos dioramas del director. He aquí un cineasta, a veces acusado de ser demasiado críptico, mostrándose desnudo en su ansiedad por encontrar la trascendencia a través del arte ¿Lo logra? Ustedes dirán.

Mejor película y punto 2.0: Killers Of The Flower Moon

Nadie hace películas como Martin Scorsese. Pasados los 80 años, el legendario cineasta no ha perdido un ápice de su elocuencia, sentido del espectáculo, furia y complejidad emocional que marcan sus mejores trabajos. ‘Killers Of The Flower Moon’, de casi 3 horas y media de duración, merece ser discutida como uno de los logros más importantes de un artista fundamental.

Al igual que lo ha hecho en múltiples ocasiones anteriores, Scorsese aborda aquí una historia real: La conspiración de múltiples hombres blancos para asesinar a miembros clave de la nación Osage para quitarles sus derechos sobre tierras ricas en petróleo, una masacre que se orquestó de forma clandestina en la década de 1920 y cuya investigación inspiró el origen del FBI. Sin embargo, el realizador toma la ambiciosa decisión de alejarse de la perspectiva de la investigación, a cambio poniendo su ojo sobre Ernest Burckhart (Leonardo DiCaprio, en la actuación menos glamorosa de su vida), un hombrecito despreciable y sin convicciones que es manipulado por su tío, el magnate William Hale (Robert DeNiro, recuperando la energía animal que lo ha eludido en las últimas décadas) para instigar el complot en contra de la nación indígena.

El corazón de ‘Killers Of The Flower Moon’ está en Mollie (Lily Gladstone, una revelación), la mujer que toma la terrible decisión de ser la esposa de Ernest y ve a toda su familia ser azotada, uno a uno, por el macabro plan de Hale. Su furia, desesperación y posterior resiliencia le dan un rostro humano a esta tragedia, una que Scorsese cuenta con fuego, sangre y una rabia burbujeante que cerca del final de la cinta se hace iracunda. De forma conmovedora y dolorosa, el cineasta protagoniza uno de los últimos momentos de la película, uno que complejiza el relato y ubica al propio Scorsese en una larga tradición de maestros de carnaval que han usado los horrores de la historia con fines de entretenimiento. Una película dolorosa y fundamental, y otro triunfo de un genio sin igual.

Películas que no vimos pero se supone que están buenas

  • Godzilla Minus One (está en cines)
  • Priscilla (está en cines)
  • Beau Is Afraid (está en Amazon Prime)
  • Fallen Leaves (está en Mubi)
  • Passages (está en Mubi)