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Todas las nominadas al Oscar 2023 a Mejor Película ordenadas de peor a mejor

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Por Matías de la Maza

10) El Triángulo de la Tristeza

Mejor Película

El director sueco Ruben Östlund ha irrumpido ante un público más amplio con sus dos últimas películas, ambas comedias negrísimas que satirizan, entre otras cosas, a los ricos y la élite en general: The Square (2017) y El Triángulo de la Tristeza. Su reconocimiento se debe en parte a que ambas ganaron la prestigiosa Palma de Oro en Cannes. Y ambas dividieron a las audiencias.

Tienta darle el título de provocador. Pero en su más reciente filme, esa “provocación” no es mucho más que dardos obvios hacia la falta de ética de los más ricos, lo vacío de la cultura de los influencers y la corrupción que acecha a cualquiera que tenga una cuota de poder. Todo a través de una historia, dividida en tres secciones, cuyo eje central es un viaje de un grupo de multimillonarios y un par de modelos en un yate de lujo, el que no resulta del todo bien.

Es en esa sección donde aparece lo más valorable de la película: Woody Harrelson como el excéntrico capitán del barco, que llena de carisma cada una de sus escenas. Es también en esa parte donde la cinta tiene una secuencia tan bien dirigida que es tentador ponerla más alto en este listado. Pero en general, El Triángulo de la Tristeza es una cinta que está tan vacía como el mundo que pretende satirizar.

9) Elvis

Mejor Película

Como la mayoría de las películas biográficas del último tiempo sobre leyendas musicales, cuya producción implica el involucramiento directo de la familia del artista que se retrata, Elvis es una cinta más concentrada en homenajear el legado y tremenda influencia del rey del rock más que analizar la complejidad de su protagonista. El resultado es una historia que a ratos entretiene, pero que tiene la profundidad de una página de Wikipedia. No conocemos a Elvis Presley mucho más allá de su talento, su admiración por la música negra, algunos cuestionamientos existenciales y el daño que le hizo a su carrera su infame representante, el Coronel Tom Parker.

El clásico estilo kitsch del director australiano Baz Luhrmann aporta cierto nivel de espectáculo visual, mientras que Austin Butler está correcto en la piel de Presley. Obviamente la banda sonora recuerda la tremenda cantidad de interpretaciones inolvidables del ícono, pero la duración extensa de la película y su falta de complejidad terminan por jugarle en contra. Sería simplemente una película correcta, pero olvidable, si no fuera por el factor que realmente la derrumba: el excesivo protagonismo del Coronel Tom Parker como narrador de la historia (una decisión inexplicable) y la insólitamente desastrosa interpretación que el gran Tom Hanks hace del personaje. Ese punto no sólo convierte a Elvis en una de las más débiles de todas las nominadas a Mejor Película este año. Derechamente, te hace preguntarte, ¿Por qué demonios fue considerada?

 

8) Sin Novedad en el Frente

Mejor Película

La gran sorpresa de la temporada y única película de habla no inglesa entre las nominadas ya tiene pedigree de Oscar: la primera adaptación de la novela alemana en la que se basa fue en 1930 (en una cinta hablada en inglés) y ganó Mejor Película. En esta nueva adaptación se recupera el idioma original del libro, pero la historia es la misma: la brutalidad y violencia que vive un joven soldado germano desplegado en la I Guerra Mundial. Un chico que se alista al ejército con la esperanza de conseguir gloria para sólo encontrar frío, podredumbre y muerte, y que poco a poco va perdiendo la fe en su misión, así como su humanidad.

Es una película impecable desde el punto de vista técnico, pero demasiado deprimente para su propio bien. Y no es que todas las cintas tengan que ser experiencias agradables (algunas de las mejores son la que confrontan al espectador con sentimientos horribles), pero aquí falta algo que establezca una conexión emocional con los personajes como para preocuparte de sus destinos en medio de tanta desolación. Quizás la película logra un punto en hacer que sus protagonistas sean tan irrelevantes y dispensables, como los jóvenes engañados para luchar una guerra perdida, pero también consigue que a su término uno más que sentir compasión o rabia, sienta que algo faltó.

7) Avatar: El Camino del Agua

Mejor Pelicula

A estas alturas, es reiterativo decir que James Cameron sabe lo que quieren las audiencias. Tres de las cinco películas más taquilleras de todos los tiempos son de su autoría. Y dos de esas tres películas corresponden a la que es hasta hoy la última saga original (que no es una franquicia preexistente o una adaptación) exitosa de Hollywood: Avatar. Mientras la primera película (2009) se mantiene como la cinta de mayor recaudación de todos los tiempos y un verdadero hito en la forma en que avanzó la tecnología cinematográfica (entre otras cosas, popularizó el 3D en las salas), siempre ha existido un debate sobre sus méritos artísticos y si están a la altura de sus proezas técnicas.

El debate es quizás un poco excesivo para la primera cinta, que a pesar de no ser una obra maestra, tiene suficiente corazón como para calificarla como algo más que entretenimiento visual. Pero esos cuestionamientos quizás sí aplican a su secuela, Avatar: El Camino del Agua. Porque si bien la película es otro espectáculo técnico y de efectos especiales como nada que se vea en Hollywood hoy en día, en los otros aspectos, profundiza las fallas de su predecesora en vez de corregirlas: es excesivamente larga (casi tres horas y cuarto), su guión (históricamente el talón de Aquiles de Cameron) es cliché y su desarrollo de personajes es inconsistente. Cameron sigue sabiendo cómo montar un espectáculo increíble, pero, ¿Como para Mejor Película? Difícil.

 

6) Ellas Hablan

De todas las nominadas a Mejor Película, Ellas Hablan es probablemente la película más “pequeña”: la de menor escala y presupuesto, así como la dinámica más simple. Es también, la única de las nominadas en ser dirigida por una mujer. Como dice el título, la cinta es principalmente conversaciones entre un grupo de mujeres en una comunidad menonita que deben tomar una decisión ante los constantes abusos sexuales a los que son sometidos por los hombres de la colonia: marcharse, quedarse y enfrentarlos o perdonar a los agresores. Una decisión que podría parecer clara, pero la película se encarga de mostrar los efectos del abuso como algo complejo, que genera una variedad de efectos brutales en la mente de una víctima.

Mientras algunas toman la postura del enfrentamiento, otras prefieren simplemente dejar su mundo atrás, mientras un grupo incluso apuntan a que el perdón es la única solución posible. Si bien la película no busca necesariamente el “realismo” en este debate, con los diálogos expresados en una prosa demasiado perfecta y filosófica como para ser natural, ese no es su punto. Su punto es cómo esas conversaciones, por más estructuradas que sean, reflejan un dolor imposible de comprender para quien no se haya visto enfrentado a él. No todos los personajes están bien desarrollados y la ejecución de la historia a ratos cae en demasiada teatralidad, pero da la impresión que Ellas Hablan es una película que crecerá con más perspectiva (y sin tanta competencia), y que podría haber estado más alto en este listado.

5) Top Gun: Maverick

Mejor Película

Probablemente el único que tenía claro el éxito en el que se transformaría Top Gun: Maverick, era su mismo productor y protagonista, Tom Cruise, que luchó años porque la secuela de la cinta original de 1986 fuera una realidad. Porque para el resto: ¿Cuál era la necesidad de continuar una historia que parecía ya concluida? ¿Qué valor tiene Top Gun en el Siglo XXI cuando buena parte del encanto de la original eran sus códigos ochenteros?

Bueno, Cruise nuevamente cerró bocas. Quizás la última gran estrella de Hollywood logró que Maverick no sólo fuera una de las cintas más taquilleras de 2022 y el mejor blockbuster del año, sino que consiguió que la secuela fuese una mucho mejor película que la original. Top Gun: Maverick es una cinta hecha para recordar que la experiencia de ver cine en la pantalla grande no tiene comparación, llena de escenas adrenalínicas, visuales increíbles y el carisma incomparable de su protagonista. No es la mejor película del año, pero es mucho mejor de lo que cualquiera podría haber esperado. Y su nominación es más que merecida.

 

4) Tár

Entramos en el territorio difícil: cualquiera dentro del Top 4 de esta lista tiene méritos de sobra para llevarse el Oscar a Mejor Película. Su lugar puede ser fácilmente intercambiable y su ubicación al final es una cosa de mera subjetividad.

Tuvieron que pasar 16 años para que el director Todd Field estrenara su tercera película y el tiempo valió la pena, ya que podría ser la mejor de su carrera. En Tár, el realizador presenta la historia de la ficticia compositora Lydia Tár (Cate Blanchett), una mujer tan genial como intimidante y potencialmente peligrosa. Sin presentar juicios o moralejas, Field sigue a un personaje que puede ser (o no) una depredadora sexual, como tantos casos de personas poderosas en la industria artística. O, quizás, es sólo víctima de la llamada “cultura de la cancelación”.

El director no pareciera tener sólo una postura respecto a su protagonista y eso hace la historia de Tár algo fascinante. Es más importante lo que el espectador proyecte sobre el personaje que lo que la película intente aleccionar. Eso, sumado a una Cate Blanchett impecable y quizás en el mejor papel de su carrera, transforman al regreso de Field en una película inolvidable.

3) Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo

Mejor película

Es curioso (y un gran mérito) que la favorita a llevarse el máximo galardón de los Oscar este año sea: 1.- Una película de ciencia ficción, 2.- Una historia con un concepto algo complicado, y llena de humor negro y absurdo y 3.- Tenga un elenco principalmente asiático (considerando la poca diversidad que suelen reconocer estos premios históricamente). Pero, al mismo tiempo, tampoco es sorpresivo. Por más atípica que sea en muchos sentidos, Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo tiene tanto corazón que lleva meses conquistando a una audiencia transversal y un gran boca en boca.

Su triunfo, a pesar de no ser la primera película en este listado, sería un justo reconocimiento a una película que no sacrifica ni una pizca de intelecto para conseguir la masividad. Al fin y al cabo, el viaje multiversal de Evelyn (Michelle Yeoh), una mujer hastiada de su vida que descubre que es la elegida para salvar una serie de universos paralelos, tiene el objetivo que tienen las mejores películas: encontrar el significado de la vida. Como todas, no lo logra. Pero se acerca. Y vaya que se pasa bien entregándose a esta loca odisea.

2) Los Fabelman

Mejor Película

Steven Spielberg ha conseguido no sólo ser nominado a Mejor Director y Mejor Película (como productor) en dos años consecutivos, sino que los trabajos por los que ha sido reconocido en este tiempo califican fácilmente al Top 10 de su filmografía, que suma 34 títulos: su subvalorado remake de Amor Sin Barreras el año pasado y su película semi-autobiográfica Los Fabelman en esta ocasión.

La cinta sigue a Sammy desde su infancia hasta su adolescencia y cómo su amor por el cine, y talento natural para producir sus propios filmes, se cruzan con la historia del desmoronamiento del matrimonio de sus padres, un hecho que Spielberg ha incluido de manera metafórica en múltiples películas. No sólo funciona como un postergado ajuste de cuentas con ese trauma, sino que pareciera que el septuagenario director al fin logra hacer las paces con su propia historia familiar, en una película en donde la empatía por sus progenitores eclipsa al dolor. Es mucho más que una carta de amor al cine como método de catarsis: es una lección sobre cómo el arte nos ayuda a entender la existencia.

 

1) Los Espíritus de la Isla

“Ya no me caes bien” es una oración que se siente como una bomba atómica en la mejor película de la temporada. Y es que llega repentina, sin contexto y marca un quiebre definitivo. No entre en una pareja, ni entre familiares, sino que en dos mejores amigos: Colm (Brendan Gleeson), el reflexivo músico que emite la declaración, y Pádraic (Colin Farrell), su simplista compañero de copas que no logra entender ni por si acaso la razón detrás del término de esta relación.

Los Espíritus de la Isla se dedica a explorar los efectos de ese quiebre durante todo el resto de la cinta, donde el realizador británico-irlandés Martin McDonagh configura un retrato atrapante y a la vez desolador sobre la soledad, la depresión, el aburrimiento, el existencialismo y la identidad irlandesa, marcada justamente por dolorosos quiebres en su historia. Y aún así es una película muy, muy graciosa. Por lo menos durante buena parte de su metraje. Después es sencillamente intensa, en el mejor de los sentidos.

Lo interesante es que la cinta podría ser también considerada la otra cara de la moneda que comparte con Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo. Mientras esta última es un llamado a la empatía por sobre el cinismo, Los Espíritus de la Isla muestra qué pasa cuando la apatía y el nihilismo se imponen por sobre la amabilidad.

Es una obra maestra llena de melancolía, pero que nunca pierde el sentido del humor negro. McDonagh obliga a sus diversos personajes a mirar un vacío existencial, mientras invita al público a la solución más sana para enfrentarlo: sólo queda reír.