La importancia del bloqueador solar: ¿Te has preguntado qué le pasa a tu piel cuando la expones al sol?

Todos sabemos que las pieles claras son más sensibles a los rayos UV del sol que aquellas más oscuras. Al broncearnos nuestra piel adquiere tonos más oscuros. Una piel blanca puede tornarse más bien dorada o más café; en algunas ocasiones la vemos roja. Cuando te explique a qué se debe todo esto sabrás la importancia del uso de la crema solar, especialmente en pieles claras.

Existen bloqueadores para todo tipo de pieles, de diversas marcas y con distinto grado de protección solar. Tenemos, por ejemplo, el bloqueador Eucerin cuyos formatos para la cara y el cuerpo nos ofrecen alta protección 50 a la radiación solar. Los bloqueadores que encontramos en el mercado pueden tener protección 5, 10, 15, 30 o 50. A mayor número, más protegidos estamos. El cuidado de nuestra piel debe de ser una de nuestras primeras preocupaciones este verano. Es más, se recomienda el uso de protector solar durante todo el año por la constante exposición al sol, independiente de la temperatura.

Qué es exactamente lo que le ocurre a tu piel cuando le llega la radiación ultravioleta o rayos UV del sol. Nuestra piel es un tejido compuesto por muchas células, es de hecho el órgano más grande del cuerpo. Las células de nuestra piel tienen la capacidad de regenerarse. Por eso cuando nos hacemos heridas estas se “curan” solas. Dentro de las funciones de estas células está el secretar melanina. La melanina es el pigmento que le da el color a nuestra piel. La diferencia entre una piel más clara y otra más oscura es la cantidad de melanina que están secretando las células.

En los lugares en que la gente está más expuesta al sol, como, a nivel global, África, las personas tienen tonos de piel más oscuros. Las células se adaptan a la cantidad de radiación solar y la melanina es un sistema de protección. Los rayos UV pueden causar quemaduras porque penetran a través de la piel alcanzando las células y destruyéndolas. Ah, pero la piel se regenera. Es cierto, pero aunque se regenere, cuando tomamos sol o estamos bajo el sol sin bloqueador solar, estamos dañando una y otra vez nuestras células. Si se torna roja es precisamente porque estamos quemándolas y muchas veces veremos cómo se desprende nuestra piel. Si se vuelve de un tono más bien café indica que nuestras células están produciendo más melanina. Recordemos que la melanina es el pigmento que colorea; oscurece. Al pasar el verano y reducir nuestra exposición al sol, automáticamente las células dejan de reconocer peligro y bajan los niveles de melanina a la normalidad. Esto explica que el bronceado no sea eterno.

La radiación es peligrosa para nuestra piel y debemos cuidarla. Al matar nuestras células y forzarlas a regenerarse podemos sobrecargar el sistema. Como en todo sistema, cabe la posibilidad de que sucedan errores. Si por algún motivo estas células mutaran, esto corresponde a un error. Eso podría generar que las células se sigan formando, es decir reproduciéndose, descontroladamente (sin botón de stop). Eso es nada más y nada menos que un cáncer a la piel.

Cuida tu piel, usa protector solar.