Entrevistas

Lucía Miranda de Flacso por Kast: “Es inaceptable que se haya podido postular una persona que propone perseguir opositores”

En el primer programa presidencial que entregó José Antonio Kast de cara a la primera vuelta incluyó numerosos puntos polémicos, entre ellos el cierre del Instituto Nacional de Derechos Humanos y el ministerio de la Mujer, además de la ‘persecución a activistas de izquierda’ y la expulsión de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, más conocida como Flacso. El equipo de Kast ha acusado a Flacso de ser un ‘centro de adoctrinamiento de izquierda’ y han asegurado que solicitarán el cierre de sus operaciones en Chile si son gobierno.

Para hablar de esto, en Doble Opuesto hicimos contacto con Lucía Miranda, politóloga y docente de Flacso. En entrevista con Andrea Arístegui, Miranda expresó perplejidad por las propuestas de José Antonio Kast, ya que Flacso es un organismo internacional con sedes en toda Latinoamérica y que realiza actividades, estudios y cursos que abarcan a todo el espectro político:

“Es injusto que Kast identifique a Flacso solo con la izquierda, cuando siempre se han llevado a cabo actividades que reflejan las distintas posiciones políticas. Pueden revisar en el sitio web de Flacso cómo se han llevado a cabo los seminarios. Pueden ver que en toda actividad que ha implicado invitar a líderes políticos han estado presentes miembros de distintos partidos, tanto de la derecha como la izquierda”.

Lucía Miranda aprovechó de desmentir las palabras de Ruth Hurtado, convencional constituyente y vocera de la campaña de Kast, quien ha dado entrevistas acusando a Flacso de ‘dedicarse a preparar activistas’:

“Ruth Hurtado dio una entrevista con escasísimos argumentos. La invité a hablar. Le mandé un Whatsapp que jamás me contestó. Demuestra que la visión ideologizada y dogmática es la de aquellos que avalan y apoyan a Kast”.

Más allá de los ataques personales a Flacso, Miranda aseguró que la candidatura de José Antonio Kast es peligrosa en un sistema democrático, y demuestra que no hay suficientes barreras para evitar que se postulen a la presidencia personas que amenazan a las instituciones, el derecho a la disidencia y la libertad de expresión:

 “El haber permitido que se candidatee una persona que en su programa ha declarado explícitamente que, una vez llegado al poder, pretende perseguir y eliminar los centros de pensamiento que reflejen ideas que él considere contrarias a sus principios es algo muy peligroso. Esto refleja que el clivaje de autoritarismo versus democracia, que se pensaba que estaba superado, no lo está”.

Para Miranda, las propuestas de Kast no debiesen tener cabida bajo criterios básicos de una democracia:

“La libertad de expresión, de cátedra, de pensamiento, de cátedra y de consciencia son imprescindibles. Es inaceptable que se haya podido postular a la presidencia una persona que propone perseguir opositores y cerrar el Instituto Nacional de Derechos Humanos. Es aberrante y espeluznante que se les haya permitido competir”.