Viaje Infinito

Aruba: El destino que lo tiene todo

En una nueva edición de Viaje Infinito, emprendimos rumbo a Aruba, la llamada “Isla Feliz”, un rincón del Caribe que brilla con playas turquesas, hospitalidad sin igual y una oferta turística tan diversa como encantadora. Desde aventuras familiares, escapadas románticas, experiencias de bienestar, hasta una vibrante semana de la moda, Aruba sorprende en cada rincón.

Conversamos con María José Lizama, representante de Aruba Tourism Authority para Perú y Chile, y con Eugenia Lemos, actriz, creadora de contenido de moda y viajes, y voz del podcast “Dale Color”, quien además vivió de cerca la experiencia del Aruba Fashion Week.

Un destino para todos
Aruba es perfecta para familias: sus playas de aguas tranquilas, como Eagle Beach o Baby Beach, son ideales para que los más pequeños jueguen sin preocupaciones, mientras los adultos disfrutan del sol o exploran en catamarán. Los parques naturales, como Arikok, ofrecen caminatas suaves y cuevas llenas de historia para despertar la curiosidad de grandes y chicos.

Escapadas románticas al paraíso
Para las parejas, Aruba tiene rincones de ensueño. Cenas a la orilla del mar con el atardecer de fondo, spas frente al océano y resorts solo para adultos convierten esta isla en el escenario ideal para reconectar, celebrar aniversarios o incluso comprometerse con los pies en la arena.

Bienestar caribeño
El wellness también se respira en Aruba: retiros de yoga al amanecer, tratamientos con ingredientes locales y sesiones de meditación junto al mar ofrecen una pausa reparadora. Aquí, el equilibrio entre cuerpo y mente se encuentra en cada ola que rompe suavemente en la orilla.

Luces, moda y estilo
Y si lo tuyo es el estilo, prepárate para la Aruba Fashion Week, una cita imperdible con lo mejor del diseño caribeño e internacional. Desfiles en locaciones paradisíacas, diseñadores emergentes y experiencias exclusivas convierten a esta isla en una pasarela viviente donde la moda se mezcla con la brisa del mar.

Aruba lo tiene todo
Entre actividades náuticas, gastronomía de primer nivel y atardeceres que parecen pintados, Aruba invita a volver una y otra vez. Porque aquí no solo se viaja: se vive, se respira y se recuerda.