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Nicolás Zepeda es declarado culpable por el asesinato de Narumi Kurosaki

La desaparición de Narumi Kurosaki, expareja del chileno Nicolás Zepeda, y el posterior juicio en contra del nacional puso los ojos sobre Francia, el lugar en donde fue procesado Zepeda y el último paradero conocido de la desaparecida joven japonesa.

¿Cómo es que llegamos a que el chileno fuese condenado a 28 años por segunda vez por el asesinato de su exnovia? Infinita Te Explica:

Inicio y termino de la relación:

Según la declaración de Zepeda a la PDI, conoció Narumi Kurosaki en una fiesta de la organización para la interacción de japoneses y extranjeros llamada TISA, para la que Zepeda prestaba servicios como DJ. Recordemos que el chileno se encontraba en Asia por un intercambio estudiantil desde abril de 2014 a abril de 2015.

Pasado el tiempo, “el término de la relación estuvo ligado a un desgaste dada la distancia. Habíamos vivido durante el 2015 un distanciamiento y relación a distancia dado que volví a Chile a terminar mis estudios, y el intercambio de Narumi en Francia finalizó nuestra relación”.

Desaparición

Zepeda viaja el 28 de noviembre de 2016 a Europa y se encuentra con Narumi Kurosaki. La última vez que se la ve es cenando con él en el restaurante “La Table de Gustave”. Esa madrugada, los compañeros de la residencia de estudiantes donde se alojaba la japonesa escucharon gritos y golpes procedentes de su habitación. Pese a notar los ruidos, la desaparición de Narumi no se denuncia hasta varios días después.

Durante la investigación, Zepeda admitió haber ido a su habitación para tener sexo, aunque negó haber sido responsable de cualquier acto de violencia. A pesar de las intensas búsquedas, el cuerpo de Kurosaki nunca apareció.

Elementos sospechosos

El jueves 1 de diciembre, Zepeda adquirió un bidón de cinco litros de un combustible para estufa marca Winflamm, un detergente con cloro y una caja de fósforos en un supermercado Carrefour.

Mensajes

Varios días después de la desaparición, se siguieron enviando mensajes desde el celular de Kurosaki a sus amigos y familiares, incluidos mensajes en japonés. A raíz de esto, un amigo japonés de Zepeda le mencionó a la policía que le había pedido que tradujera frases al idioma de aquel país, que luego aparecieron en uno de los mensajes enviados desde el celular de la joven desaparecida.

Captura

Francia emitió una orden internacional de captura contra Zepeda, pero un magistrado chileno desestimó la orden de arresto en febrero de 2017. Sin embargo, el 2 de diciembre de 2019 la Cancillería chilena recibió la solicitud de extradición por parte del gobierno de Francia, la que fue acogida por el ministro instructor Jorge Dahm Oyarzún.

En julio de 2020, Zepeda fue extraditado a Francia para ser interrogado sobre el caso. El 24 de julio de 2020 fue puesto en prisión preventiva.

Juicio

Tras el primer juicio, Nicolás Zepeda, apeló a la condena de 28 años de cárcel por asesinar a Narumi Kurosaki, abriendo un nuevo juicio para 2023.

En la tercera jornada del segundo juicio, el chileno  cambió su versión y reconoció haber mentido en el proceso anterior. El imputado, que fue condenado a 28 años de prisión en primera instancia, aseguró que su viaje a Francia tenía como motivo ver a la joven, mientras que previamente dijo que los motivos eran académicos.

Informe psicológico

Tras las declaraciones de las hermanas y madre de la japonesa, el profesional Jean Canterino, a cargo de un informe sobre el chileno en 2020, indicó que “tenía respuestas complejas a preguntas simples denotando una personalidad manipuladora”. 

“Zepeda es un hombre inteligente. No es un psicótico. Él sabe que lo que dice no es verdad y también sabe que la persona que lo escucha no le cree, sin embargo él quiere tener el control y por momentos la única solución es decir cualquier cosa”, indicó el psiquiatra.

Sentencia

Cerca de las 10:30 horas de este jueves se dio a conocer la sentencia, por parte de la justicia francesa. Nuevamente el chileno fue declarado culpable por la justicia francesa por la desaparición y muerte de Kurosaki, por lo que fue condenado a 28 años de cárcel.

En sus últimas palabras previas al veredicto, el chileno reiteró su inocencia y aseguró que no era un asesino. Es importante destacar que la fiscalía había solicitado cadena perpetua contra el chileno.