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Denunciante de abuso contra Humberto Henríquez: “Me invitó al dormitorio y puso pornografía gay”

Dos exseminaristas presentaron una querella contra el sacerdote.

En 1991 Marcelo Soto tenía 21 años y una carrera técnico profesional. Fue en ese entonces que decidió seguir su vocación e ingresó al Seminario Mayor San Rafael de lo Vásquez, perteneciente a la diócesis de Valparaíso.

Ahí conoció al sacerdote Humberto Henríquez, expárroco de Los Andes que se encuentra en proceso penal administrativo por parte de la iglesia, y a quien hoy Soto denuncia por haberlo abusado sexualmente. 

“Después de haber terminado un día de trabajo en una capilla me dijo ‘vamos al dormitorio, vamos a ver una película’, y era una película pornografica de tipo gay“, recordó el exseminarista, asegurando que le declaró al sacerdote que él no veía ese tipo de cine. 

Sin embargo, esto no detuvo a Henríquez. “Él más decidido se acerca a mi, me pone la mano en los testículos y, con una habilidad impresionante, con la otra se mete debajo de mi pantalón, lo desabrocha y me toca los genitales“, relató.

“Se me detuvo todo, deben haber sido unos 30 segundos que para mi fueron una eternidad“, expresó.

Mauricio Pulgar

Soto no es el único exseminarista que vivió este tipo de situaciones con el sacerdote. Mauricio Pulgar, quien también asistió al Seminario Mayor San Rafael de lo Vásquez, aseguró que Henríquez no sólo abuso de él, sino que además lo violó.

Pulgar contó que en ese entonces tenía 22 años y ayudaba al sacerdote con sus labores. “En una noche que se me hizo tarde, me iba a preparar un sandwich y me da un vaso de bebida, entonces yo me como el sandwich, me tomo la bebida y me empecé a sentir muy mal, se me empezó a revolver el estómago y empecé a sentir que me estaba dando fatiga“, señaló.

Fue en ese momento que el sacerdote le dice que se vaya a acostar en un colchón que puso al lado de su cama para que descansara. “Hasta ahí yo me acuerdo, no me acuerdo haber subido la escalera, ni me acuerdo en que momento me acosté, y solamente empecé a sentir que alguien me estaba moviendo en la noche y era cuando él estaba cometiendo el abuso”.

“De repente empiezo a reaccionar y trato de moverme y no puedo. No se me movían los brazos, no se me movían las piernas y cuando Humberto ve que me estaba moviendo me dice que me quede tranquilo, que ahora yo voy a ser parte del círculo“, contó Pulgar.

Denuncias

Marcelo Soto asegura que en 1992 habló sobre estos hechos con el monseñor Javier Prado, quien en ese entonces era obispo auxiliar de Valparaíso y miembro de la Conferencia Episcopal de Chile. También lo habría hecho con Gonzalo Duarte, su director espiritual y vicerrector del seminario.

Yo me quedé confiado de lo que monseñor Prado y monseñor Duarte en ese momento me dijeron que iban hacer con él: que iban a poner en tratamiento con una psiquiatra, con una psicólogo, que lo iban a tratar”, afirmó Soto.

Por su parte, Mauricio Pulgar recurrió a la justicia en el año 2012. Marcelo Soto aportó su testimonio pero la causa fue sobreseída .

Además, ese mismo año denunció estos abusos de manera oficial a la Nunciantura Apostóloica con copia al Arzobispado de Valparaíso y de San Felipe.

Sin conocer ningún avance de la denuncia, seis años después acudieron a una mesa de trabajo formada por Pedro Ossandón, administrador apostólico de Valparaíso. Pero los antecedentes tuvieron que ser enviados por jurisprudencia al obispo de San Felipe, Cristián Contreras.

Querella 

Actualmente presentaron una querella contra Henríquez, junto a otros dos seminaristas que lo hicieron contra el sacerdote Jaime Da Fonseca, párroco de Quilpué que fue expulsado por el Vaticano en el 2018.

Además, La acción judicial, a cargo del mismo equipo de abogados que representó a las víctimas de Fernando Karadima, apuntaría a eventuales encubrimientos por parte del Arzobispado de Valparaíso.

Este miércoles en el noticiero central de AhoraNoticias, se presentará la segunda parte de este reportaje, donde se contarán los abusos realizados por Jaime Da Fonseca.