Noticias

¿Te implantarías un dispositivo o chip en tu mano que te permita abrir puertas o pagar en un restaurant?

El dilema ético que llegó con los avances de la tecnología y que hoy se vuelve un tema en el mundo.

Imagen principal

Es una tendencia en Europa. Sólo en Suecia, ya existen más de 5 mil personas que tienen implantados chips del tamaño de un arroz en sus manos, específicamente entre su dedo pulgar y el índice. Que permite llevar información “literalmente” al alcance de la mano.

Los chips son similares a los que se les implantan a las mascotas en nuestro en país, sólo que vienen integrados con el sistema NFC (Near Field Communication), el cual permite conectar dos dispositivos al acercarlos.

Esa placa de 2 kilobytes, que cuestan entre 60 mil y 130 mil pesos, que permite que se puedan abrir puertas, como lo hacen las credenciales que nos entregan en el trabajo. Sólo que ahora no se podría quedar en la casa, porque lo tendríamos metido en nuestro cuerpo.

También tendríamos la opción de pagar en un restaurant o alguna tienda, tal como se paga con las tarjetas de crédito que tienen “contacto”. Para que lo imaginemos es como cuando acercamos la máquina de RedCompra a su tarjeta.

Eso y mucho más podríamos hacer con el chip que la gente se está implantando. El representante de la marca que vende este dispositivo, dijo que “la función más inusual que le han dado, fue un tipo que registró un enlace de dropbox en su microchip, y cuando lees la información en tu teléfono, ¡aparecía su testamento aparece como un pdf!”

Otros usos son: el comprar en las máquinas dispensadoras de bebidas y comida, sacar fotocopias, tener tu boleto de avión o tren y llevar tu carta de presentación con todos tus datos ahí. Incluso, algunos trabajos en Suecia, están implantando esto gratis a sus trabajadores.

LAS DUDAS

Pero esta idea futurista trae todas las dudas de quienes creen que tanta tecnología podría ser mal utilizada. Algunos creen que podrían usar para vigilarnos, seguir nuestros pasos, saber a qué hora llegan o salen sus trabajadores. E incluso puede ser un filtro al momento de contratar a alguien, si no quiere implantarse el chip.
Otra crítica es que estos chips, son muy vulnerables y pueden robar información al acercarse.

Pero asumiendo que esos problemas, ya los tenemos con nuestros teléfonos y tarjetas de crédito, que tienen la misma información que llevaríamos en un chip. ¿Te molestarí llevar un chip en la mano?