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Tres cosas para saber del nuevo servicio de streaming de Apple

El 25 de marzo la compañía entregará los primeros detalles oficiales de la plataforma con la que pretende competir con Netflix. Pero incluso antes de eso, ya se puede vislumbrar los desafíos que el gigante tecnológico enfrentará en Hollywood.

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Por Matías de la Maza.

El 25 de marzo será una fecha que probablemente quede en los libros de historias. Probablemente. Ese día, Apple ha citado a un millar de nombres de Hollywood, desde ejecutivos de la industria hasta actores, para presentar su más reciente producto. No es un iPhone. No es un iPod (RIP). No es un reloj inteligente que te cepilla los dientes y te hace la cama (aunque debería).

El gigante tecnológico va a presentar su (postergado) servicio de streaming, con el que pretende tanto competirle a rivales como Netflix y Amazon, como también asociarse a ellos estratégicamente, comprando series a otras plataformas y canales (aunque Netflix ya dijo; “no, gracias”). El hito marcará la entrada de Apple al ya muy competitivo mundo de la televisión, y quizás la principal evolución en su historia de una

compañía principalmente dedicada a la tecnología, y que ahora saltará a la generación de contenido masivo.
Tras más de un año preparando el lanzamiento de la plataforma, en Apple han sido extremadamente reservados en revelar detalles de ésta. Pero antes de la oficialización del servicio el lunes (cosa que no implica que se vaya a lanzar ese mismo día), hay tres factores claves que hay que considerar.

APPLE GASTÓ (MUCHO) EN SU PROGRAMACIÓN Y LOS TALENTOS INVOLUCRADOS
Al grano: si bien muchas no tienen nombre, en el servicio de streaming de Apple habrá series creadas por Steven Spielberg, Reese Witherspoon, Jennifer Aniston, J.J. Abrams, M. Night Shyamalan y Damian Chazelle (hay varios Oscar y aún más nominaciones en esa lista), y protagonizadas por Octavia Spencer, Chris Evans, Jason Momoa, Richard Gere y Brie Larson, entre otros. Ah, y Snoopy.

Prácticamente cada nombre involucrado en las producciones originales que Apple ha preparado el último año es un peso pesado en Hollywood. Algunos tienen un status casi divino (Spielberg). Durante el último año, la compañía gastó $ 8 mil millones de dólares en su contenido original. Netflix gastó US $ 12 mil millones de dólares, con la diferencia que son una compañía que ya lleva cinco años en esto.

Con esas credenciales, Apple no viene a pasear al campo del streaming: viene a ganar. Eso sí, de los múltiples proyectos anunciados, según medios como el New York Times, sólo cinco estarían en capacidad de ser presentadas, y sus fechas de estreno aún son una incógnita. Incluso se podría esperar que fuera en varios meses más.

LA COMPAÑÍA REALMENTE NECESITA QUE ESTO FUNCIONE (Y PARA ESO TIENE QUE ACERCARSE A SU COMPETENCIA)

Un ejercicio ilustrador: busquen Apple en Google. Busquen las noticias. Si tienen tiempo, retrocedan un par de meses. No hay mucho positivo, ¿no? No fue un buen año para la compañía. Huawei la desplazó como el segundo mayor productor de smartphones a nivel mundial, y a fin de año, la compañía terminó registrando ingresos por debajo de las proyecciones, lo que provocó una fuerte caída en las acciones de la empresa. También está la demanda colectiva que presentó Chile contra los representantes de la empresa en el país, por la obsolecencia programada de algunos de sus teléfonos.

Con el iPhone ya lejos de causar el impacto de antaño, y sin una gran novedad tecnológica con la cual remecer al mercado, Apple volcó sus ojos sobre los productos que sí podía actualizar y llegar a las masas: por ejemplo iTunes, que a partir de este año, está por primera vez disponible en dispositivos Samsung, una política que va totalmente en contra del aislacionismo que los ha caracterizado desde sus inicios.

El nuevo servicio de streaming sigue la misma lógica: la compañía entiende que su espacio para crecer dentro de su propio universo es limitado, por lo que necesita a los usuarios de Android. Por eso, su nueva plataforma estará disponible para cualquiera. Eso sí con un pero: según rumores, será gratis para los clientes de Apple, mientras que el resto deberá pagar una suma de suscripción. Todo eso debería ser confirmado o desmentido el lunes.

Los resultados del servicio de streaming son más que la apuesta de Apple para conquistar Hollywood: son el salvavidas para una compañía que pareciera estar estancada, y necesita diversificar su oferta para sobrevivir al futuro.

APPLE TIENE PRESUPUESTO, PERO TAMBIÉN DESVENTAJAS ÚNICAS

La situación de Apple en el mercado del streaming es particular. Con la inversión que ha realizado, y los nombres que ha logrado fichar, su éxito pareciera ser seguro. Pero el meterse en este mundo le ha significado más de un dolor de cabeza a Tim Cook. Para empezar, Apple presenta una desventaja que ninguno de sus rivales tiene: cada polémica o error que cometan, puede repercutir en la recepción de todos sus otros productos, por más que no estén relacionados.

Si una serie de Apple ofende a alguien por su exceso de sexo o violencia (tipo HBO), o por tocar un tema social sensible de formas menos que ideales (tipo Netflix con 13 Reasons Why o Insaciable), el público no sólo podría castigar a la plataforma no suscribiéndose a ella, sino que boicoteando los otros productos de la compañía, desde los teléfonos hasta los computadores.

Una realidad frágil que no enfentan ni Netflix ni Amazon, por lo que Apple no está dispuesta a correr riesgos: la instrucción general para todos los realizadores es que, traten el tema que traten, las series no pueden contar ni con sexo ni violencia explícita, y ser lo más transversales posibles. Así fue como Cook vetó una serie autobiográfica del rapero Dr. Dre (quien trabaja para Apple a través del servicio Apple Music), por pasarse en esas líneas. No esperehn ver un símil de Game of Thrones en el nuevo servicio de streaming.